El calvario de Eder Militao con las lesiones le produjo al jugador del Real Madrid un fuerte debate interno, tal que llegó al punto de pensar en seguir o no jugando al fútbol. El brasileño se ha recuperado de dos graves lesiones en los últimos años, dos lesiones con largos procesos de recuperación, con mucho tiempo de inactividad que le trajo a la cabeza la idea de tirar la toalla. Pero no lo hizo.
Militao sufrió un susto en el último derbi madrileño ante el Atlético de Madrid, en una jugada en la que, tras error de marca, reaccionó con velocidad y anticipación para frenar una carrera del gigante Sorloth, abortando una opción clara de gol. De nuevo gestos de mucho dolor, todo el mundo volvía a pensar en lo peor con él como protagonista, pero quedó en eso, en un susto, un mero golpe que ha permitido al jugador el ir convocado con la selección brasileña que ahora dirige un viejo conocido blanco, Carlo Ancelotti.
Ha sido durante la concentración con Brasil cuando Militao se ha abierto en canal y ha mostrado el duro proceso que ha tenido que vivir con dos lesiones de gravedad, largas y difíciles de superar, al menos para recuperar el máximo nivel competitivo. «Con mi segunda lesión, pensé en dejar el fútbol. No es fácil atravesar todo eso», fue la dura confesión de Eder Militao sobre sus lesiones y la dureza de estas, que le llevaron a tal punto de frustración que pensó en una precoz retirada del fútbol.
Según el brasileño, lo que realmente le ayudó a salir de esa situación oscura y difícil fue su entorno, desde su familia, especialmente su mujer e hijos, hasta sus compañeros del Real Madrid y la selección brasileña, claves para continuar y volver a dar su mejor versión: “Gracias a ellos, y a mi fe, hoy estoy aquí, fuerte y listo para darlo todo”.
Un calvario para Militao
A sus 27 años ha estado prácticamente dos temporadas en blanco, un total de 438 días lesionado y casi un centenar de partidos fuera, 94 para ser exactos. El brasileño tuvo que pasar por el quirófano en dos ocasiones, una por cada pierna. La izquierda fue la primera y estuvo en el dique seco 214 días. La derecha le tuvo semana y media más apartado, un total de 224 días.
«Han sido dos años difíciles, con dos lesiones muy complicadas. La segunda la enfrentas de otra manera porque ya conoces el proceso. No es fácil. Tienes que estar muy apegado a tu familia, a Dios… Te quita la rutina, lo que estás acostumbrado a hacer, entrenar. De repente, estás en casa, dependiendo de ayuda, de que alguien te ayude. Gracias a Dios, me recuperé de las lesiones y volví al máximo nivel, lo cual no es fácil», narra Militao sobre un proceso largo y complejo en el que estuvo bien arropado por los suyos y del que ha salido victorioso. Con Xabi Alonso está siendo indiscutible en este arranque de temporada, sumando siete partidos y un gol para un total de 585 minutos de juego.