El próximo miércoles 11 de septiembre será una fecha clave para que se esclarezca la deuda que el Paris Saint-Germain mantiene con Kylian Mbappé y también la del reencuentro del fichaje de la década del Real Madrid con su antiguo club. Mbappé a ver las caras con los ejecutivos del PSG y quién sabe si con el presidente, Nasser Al-Khelaifi. Lo que está claro es que lo harán ante la comisión jurídica de la Liga francesa, que investigará esos atrasos de sueldo y bonificaciones de la pasada temporada que ascienden a 55 millones de euros.
Recordemos que Mbappé salió del PSG tras finalizar su contrato el pasado 30 de junio y no dejó ni un euro por traspaso en el que fue su equipo durante siete años. Eso molestó mucho a la cúpula qatarí, que se negó a pagarle algunos meses de salario al haber incumplido el jugador ese pacto de caballeros del que tanto hablaba Al-Khelaifi.
La única intención de Mbappé con todo esto es acabar por fin que cada lazo que le mantenga unido al PSG, especialmente si son económicos y es él quien sale perdiendo. Es por eso que en cuestión de una semana se acelerará este asunto por la vía jurídica que ofrece el campeonato y que, como informa L’Équipe, unirá al de Bondy con su antiguo club en una reunión que tendrá lugar en la mañana del 11 de septiembre.
Mbappé sigue sin recibir las nóminas que le corresponden por los meses de abril y mayo, en los que además ganó dos títulos: Ligue 1 y Copa de Francia. Pero la cosa no quedaba ahí. Además, el PSG se empeñó en no retribuirle la nómina de junio ni una prima de fidelidad que tenía pendiente.
Siguen los líos entre Mbappé y Al-Khelaifi
La reacción de Mbappé a todo esto que contamos fue tramitar una reclamación a través de la Liga francesa, acogiéndose al artículo 259 de la carta del fútbol profesional, que dictamina que «los clubes deben pagar los salarios a los jugadores contratados como muy tarde el último día de cada mes».
En su día, Mbappé afirmó que había alcanzado ese «pacto de caballeros» con Al-Khelaifi para que si al final se acababa marchando, cosa que ha sucedido, las dos partes pudieran beneficiarse. Fue entonces cuando se comentaba que el jugador estaba dispuesto a renunciar a 55 millones en bonificaciones que le correspondían, aunque el club alegó que el pacto era verbal y no conllevaba ninguna modificación en su contrato.
Ese trato cordial y sobre todo la precariedad a la hora de incluir asteriscos en el acuerdo murió a principios de 2024, momento en el que la entidad se da cuenta de que Kylian se marcharía al Real Madrid. En aquella información publicada por L’Équipe, el diario galo añadía que fuentes del PSG afirman que «las conversaciones continúan». Tanto es así que tendrá que intervenir la justicia de la Liga francesa la próxima semana.
La explicación del PSG a todo esto era que Mbappé se había comprometido verbalmente y sin un documento fehaciente que lo acreditara a perdonar 80 millones de euros en concepto de primas de fidelidad y salario. La intención del club parisino era que el jugador firmase lo acordado por escrito, pero el deterioro de la relación entre ambas partes lo acabó impidiendo.