La Plaza de los Sagrados Corazones no falló a su cita a la hora de recibir al autobús del Real Madrid en la previa del encuentro que enfrenta a los blancos contra el Manchester City en la vuelta del playoff de la Champions. Miles de aficionados del conjunto blanco se dieron cita a la hora a la que apareció el autobús con los jugadores del equipo blanco.
El madridismo estuvo a la altura de la ocasión. Es cierto que en esta ocasión no hace falta remontar, ya que el Real Madrid llega a este choque con ventaja tras el 2-3 logrado hace una semana en el Etihad hace una semana. Los blancos se sobrepusieron a los dos goles de Haaland gracias a los tantos de Mbappé, Brahim y Bellingham, en el tiempo de descuento.
Tras animar a sus jugadores a su llegada, la temperatura subirá minutos después, ya dentro del estadio Santiago Bernabéu, donde se disputará la batalla. En noches como esta, la afición del Real Madrid juega independientemente del resultado.
Desde el calentamiento, algo menos de una hora antes del partido, el Real Madrid se encontrará con una grada mucho más poblada y efervescente de lo habitual. La hinchada sabe que debe estar con sus jugadores en todo momento para que se sientan apoyados por una afición que vive para este tipo de noches.
No obstante, los momentos más impresionantes llegarán cuando se acerque la hora del partido. En ese momento es cuando se puede decir que se activará el modo manicomio que tanto gusta en el Santiago Bernabéu. La primera gran pitada de la noche se la llevará Pep Guardiola cuando su nombre sea anunciado por la megafonía del coliseo madridista. La segunda será para el himno de la Champions, antes amado y ahora denostado por la grada blanca.
Por otro lado, espectacular será ver cómo la afición del Real Madrid entona el himno de la Décima. La canción del madridismo. Ese momento en el que se para la música y ruge el Bernabéu a capela es único. Y, obviamente, todo estará adornado por un impresionante mosaico que llenará de color el coliseo madridista.