Nunca una lesión fue más inoportuna. Primero, porque Lucas Vázquez se había ganado como nunca en su vida la camiseta de titular del Real Madrid. Después, porque su renovación sigue congelada y termina contrato en junio. Le sobran ofertas de equipos top, la duda es si hace bien el club blanco en dejar que se vaya un jugador comprometido, talentoso y polivalente. «Uno de los nuestros», que diría Mourinho.
La baja de Lucas Vázquez es un drama para Zidane. Sin exagerar. Un futbolista capaz de suplir con nota la baja de un Dani Carvajal que se ha perdido más de media temporada, de aprender el oficio de lateral derecho, de jugar de exterior en un 4-4-2, de atacar y de defender, de jugar donde le pongan, es un jugador impagable. Zizou lo sabe y ahora tiene por delante cómo resolver el puzzle para suplir a Lucas Vázquez.
Nunca antes en su carrera en el Real Madrid había sido Lucas Vázquez titular tantas veces (31 veces en el once inicial en 41 partidos). Sólo en la temporada 2017-18 había sumado más minutos (2.817 entonces por 2.780 esta campaña) y sólo la inoportuna lesión de rodilla sufrida en el Clásico le impedirá batir su propia plusmarca. Y todo con su futuro en el aire.
Queda libre en mes y medio
Lucas Vázquez termina contrato en junio y su renovación por el Real Madrid está estancada. El jugador rechazó hace casi dos meses la oferta del club blanco por considerarla insuficiente. El futbolista sabe que está ante su último gran contrato y tiene sobre la mesa ofertas que mejoran sustancialmente el salario que le pone sobre la mesa el club blanco.
Hasta hoy, la postura del Real Madrid con las renovaciones es «inamovible». Desde el club blanco se considera que las circunstancias económicas provocadas por la pandemia y la necesidad de reconstrucción de la plantilla con jugadores de primer nivel mundial obligan a ser cautos para no exceder el límite salarial ni comprometer la economía de la entidad. «No queremos acabar como el Barcelona», dicen en la cúpula del club blanco.
Lucas Vázquez tiene sobre la mesa varias ofertas de equipos top de la Premier y también una del Bayern, cuyo proyecto deportivo le seduce enormemente. Pero el Real Madrid puede no haber dicho su última palabra. Zidane avala más que nadie la renovación de Lucas, pero el futbolista echa sus cuentas y, de momento, no le cuadran. ¿Estaremos entonces ante un «hasta luego, Lucas»?