Lucas Vázquez se pone duro. El gallego no aceptará renovar a cualquier precio. Antes de que finalizase el año la sensación es que la ampliación del contrato del canterano no iba a ser un gran problema, pero la situación ahora mismo es bien distinta. Tras una primera toma de contacto el jugador ha dejado claro que no ampliará su vinculación con la entidad madridista a cualquier precio y, por el momento, no ha cambiado de opinión.
El de Curtis sabía perfectamente cuando comenzó esta temporada que el Real Madrid no tenía ninguna intención de renovarle. Acaba contrato el 30 de junio y el club estaba dispuesto a dejarle marchar a coste cero para que firmase un gran contrato. Opciones no le iban a faltar. De hecho, si continuó fue por el deseo de Zidane, que como ha demostrado en estos meses tiene mucha confianza en un jugador de equipo que siempre suma.
Comenzó el curso lesionado y luego fue suplente en los dos primeros partidos de Liga. No debutó hasta el cuarto encuentro del campeonato doméstico para regresar al banquillo en el debut en Champions frente al Shakhtar, pero luego llegó el Clásico y todo cambió. Antes de que finalizase el primer tiempo tuvo que sustituir a Nacho en el lateral derecho y ya nadie más lo ha movido del once. Ni contra el Alcoyano descansó, encadenando 19 partido como titular, donde la mayoría de los encuentros los ha disputado completos alterando la posición de extremo con la de lateral derecho. Demostrando que es un jugador muy del gusto de Zidane y llenándose de motivo para pedir más.
El Real Madrid se ha sentido prácticamente obligado a ponerle encima de la mesa un contrato al jugador. Dentro de la entidad creen que se lo ha ganado y los números lo confirman. Los blancos le ofrecen tres años y mantener su sueldo actual. Lucas cobra unos 3,5 millones de euros por temporada, por lo que se aseguraría ganar 10,5 kilos hasta los 32 años, donde podría buscar un retiro dorado lejos de España. Pero el futbolista quiere más.
Es plenamente consciente de que no se le quería renovar y está molesto, por ello ahora pide un aumento de un 15% en su salario, algo a lo que el Real Madrid no está dispuesto a llegar. El club está muy tranquilo y al igual que sucede con Modric, cuyo acuerdo está cercano, y Sergio Ramos, no hará la más mínima locura. En la entidad mientras dure la pandemia del coronavirus sigue primando la economía antes que lo deportivo.
La puerta está abierta
A pesar de que actualmente la renovación está complicada y el acuerdo bastante lejano, en los próximos meses el Real Madrid volverá a sentarse a negociar con el jugador y su entorno, que estarán dispuestos a escuchar al club. La idea es intentar llegar a un entendimiento, aunque unos son plenamente conscientes de que actualmente tienen problemas mayores y el otro de que tiene la sartén por el mango. Su rendimiento y su condición de liberado le permitirá recibir grandes ofertas que le den el salario que desea.
Lucas habló con Florentino Pérez en persona en la previa de la semifinal de la Supercopa de España que midió al Real Madrid con el Athletic en La Rosaleda. En el hotel Miramar el jugador y el capitán se vieron y conversaron, aunque visto lo visto el máximo mandatario madridista no fue capaz de desencallar una situación que a medida que avanzan las semanas se va complicando un poco más.