El Santiago Bernabéu se puso de pie para rendir homenaje a Toni Kroos en su último partido como jugador del Real Madrid en el coliseo blanco. Corría el minuto 86 de la última jornada de la Liga EA Sports entre Real Madrid y Betis cuando Carlo Ancelotti decidió retirar del campo al alemán. Era la última vez que iba a pisar ese césped como futbolista madridista. El templo blanco se rindió a su leyenda y todos sus compañeros se acercaron a darle el último abrazo entregándole el brazalete de capitán a su compañero de fatigas y títulos Luka Modric. El legendario ‘8’ del Real Madrid terminó llorando mientras se abrazaba a sus hijos en el banquillo.
El último adiós del Santiago Bernabéu a Toni Kroos fue muy emocionante. Los aplausos del coliseo blanco y de sus compañeros, las lágrimas de todos los presentes y todo el madridismo coreando el nombre de una de las grandes leyendas del club hicieron del momento algo inolvidable para todos los presentes. Pero hubo uno que destacó por encima de todos.
Ese momento tan emotivo llegó cuando Toni Kroos ya estaba en el banquillo después de ir abrazando uno a uno a todos sus compañeros, incluido Carlo Ancelotti, al que le dijo al oído gracias por todo. Fue en ese momento cuando sus hijos se acercaron a él llorando y se fundieron en un cariñoso y más que especial abrazo. Kroos no pudo evitar soltar más de una lágrima.
El final del partido y Kroos
Eran momentos muy emotivos los que se estaban viviendo en el Santiago Bernabéu. Toni Kroos estaba diciendo adiós a su casa. Tras el partido, nadie se movió de sus asientos para continuar un homenaje que estaba quedando sin duda a la altura de una leyenda como el alemán, que no podía evitar emocionarse mientras veía como casi 80.000 personas coreaban su nombre mientras no paraban de aplaudir. Sus compañeros también se unieron a ese homenaje tan especial e incluso le mantearon.
«¡Te quiero, Toni Kroos!», cantaba todo el Santiago Bernabéu a unísono mientras el futbolista alemán daba la vuelta a todo el estadio junto a sus hijos agradeciendo todo el apoyo recibido del madridismo tocándose el escudo. Por detrás, toda la plantilla del Real Madrid seguía los pasos de un jugador alemán más que emocionado que estaba recibiendo un homenaje legendario.
Una vez terminó de dar la vuelta a todo el estadio, Toni Kroos recibió un último pasillo de honor por parte de toda la plantilla del Real Madrid camino al vestuario. El Santiago Bernabéu volvió a corear su nombre mientras el alemán iba abrazando uno a uno a sus compañeros, a su mujer y a sus hijos. Pese a que Toni no quería un homenaje así de sentido, no pudo evitar emocionarse ante un estadio al que ha encandilado durante la última década y unos compañeros de los que se lleva el respeto eterno. Kroos se marcha como uno de los mejores jugadores de la historia del club blanco y eso son palabras muy mayores.