Ya solamente quedan cuatro días para que se dispute la gran final de la Champions League de 2024 en Wembley entre el Real Madrid y el Borussia Dortmund. En OKDIARIO llevamos ya varios días realizando una cuenta atrás que cada vez está más cerca de ver su final. En este martes 28 de mayo toca recordar la final de la Champions de 1959 donde los blancos, con la magia imponente de Alfredo di Stéfano, levantaron la Cuarta Copa de Europa en Stuttgart después de vencer por 2-0 al Stade de Reims.
En la final de 1959, el Real Madrid buscaba la gloria por cuarto año consecutivo. Eran los cuatro primeros años desde la creación del torneo, y los blancos, con Alfredo di Stéfano como gran figura, dominaban el panorama europeo con puño de hierro. El 3 de junio de 1959, el cuadro madridista derrotó por 2-0 al Stade de Reims, equipo al que ya venció en la primera edición, en el estadio Neckarstadion de Stuttgart (Alemania).
Ferenc Puskas y Alfredo di Stéfano fueron los grandes protagonistas de aquella temporada 1958/1959 en el Real Madrid. La estrella húngara fue el gran fichaje de aquella campaña y la Saeta rubia estaba considerado como el mejor jugador de Europa sin discusión. De hecho, se alzó por segunda vez con el Balón de Oro tras haberlo ganado previamente en 1957.
Tras dejar por el camino a equipos como Besiktas, el Wiener austríaco o un gran Atlético de Madrid, el Real Madrid volvió a verse las caras en la final con un viejo conocido. El Stade Reims, liderado en esta ocasión por Just Fontaine, les esperaba con aires de revancha. Ya se habían enfrentado en la primera edición, donde los blancos salieron vencedores. Nuevamente el cuadro madridista volvió a ganar y levantó su Cuarta Copa de Europa.
Mateos y Di Stéfano dieron la Cuarta
Con Luis Carniglia en el banquillo, el Real Madrid disputó aquella final de la Champions de 1959 con un once formado por Domínguez en portería, Marquitos, Santamaría y Zárraga en defensa, Ruiz y Santisteban en el doble pivote, y arriba cinco delanteros con Kopa, Mateos, Di Stéfano, Rial y Gento.
Fue un encuentro cómodo para el Real Madrid en aquella final del 59. Mateos abrió la lata a los dos minutos y puso la primera piedra para levantar la Cuarta Copa de Europa. Y eso que los blancos tuvieron varios contratiempos no mucho después. El propio Mateos falló un penalti, perdonando así la sentencia, y Kopa cayó lesionado.
Con todo y con eso, el dominio de la final siempre fue del Real Madrid. En el minuto 49, Alfredo di Stéfano anotó el segundo con un fuerte disparo raso desde 25 metros, sentenció el choque y vio puerta en su cuarta final consecutiva. También lo haría al año siguiente en la Quinta con un hat-trick histórico.
Como dato curioso de aquella final, José Emilio Santamaría declaró tras aquel partido lo siguiente: «Quiero recordar que por la victoria ante el Stade Remis nos dieron a cada uno 35.000 o 40.000 pesetas. Lo celebramos por todo lo alto y al terminar el partido, en el vestuario, Bernabéu nos dijo: ¡Sois cojonudos!».
Puskas llegó al Real Madrid con 31 años y bajo de forma. Entonces, su técnico, Luis Carniglia, observó su silueta y señaló: «No sé lo que podré hacer con este hombre, le sobran unos cuantos kilos». Pero Santiago Bernabéu fue tajante y le dijo: «Ahí está usted para ponerlo a punto». Al año siguiente, en la Quinta Copa de Europa, fue decisivo con cuatro goles históricos.
