El Real Zaragoza será el rival del Real Madrid en los octavos de final de la Copa del Rey. La eliminatoria se disputará a partido único el próximo miércoles en La Romareda. Será la tercera vez que ambos equipos se vean las caras en esta competición en el siglo XXI. Los dos precedentes son de doloroso recuerdo para el madridismo.
El 17 de marzo de 2004, el Real Madrid se presentó en Montjuïc con la única intención de levantar su primer gran título de la temporada. ‘Los Galácticos’ lideraban con holgura la Liga, estaban a un paso de la Copa y eran los grandes favoritos en la Champions. El megaproyecto de Florentino Pérez alcanzaba su punto álgido, con Zidane, Figo, Beckham y Ronaldo sobre el campo y Carlos Queiroz a los mandos. Pero el Zaragoza acabó con todo ello. No solo imposibilitó el triplete sino que a medio plazo fue el principio del fin de la etapa galáctica.
La ciudad en la que se debía disputar la final parecía evidente: Barcelona. Desde Zaragoza y Madrid es la ciudad neutral mejor comunicada para ambas aficiones. El deseo del Real Madrid era disputarla en el Camp Nou, a lo que el Barça se negó. El Olímpico de Montjuïc fue el emplazamiento finalmente elegido. El Madrid parecía gran favorito ante un Zaragoza que luchaba por evitar el descenso.
David Beckham adelantó a su equipo con un gran lanzamiento de falta y la final parecía encarrilada, pero el ex madridista Dani García Lara empató a los pocos minutos. Un penalti de Guti sobre David Villa justo antes del descanso hizo que el propio asturiano adelantara a los aragoneses. Nada más volver de los vestuarios Roberto Carlos anotó una lejanísima falta directa y devolvió el empate al marcador. Se le puso aún más de cara el partido al Madrid con la expulsión de Cani a falta de 25 minutos, pero no pudo anotar y la final se fue a la prórroga. En ella Luciano Galletti anotó el definitivo 2-3 a falta de diez minutos y el Madrid recibió un mazazo del que no se volvió a recuperar en años. Hasta 2007 no volvió a levantar un título.
Dos años después se vivió el segundo capítulo. El Madrid de López Caro, en una buena racha de resultados, se plantó en La Romareda para encarrilar su pase a la final de Copa. Nada más alejado de la realidad, pues el Zaragoza le dio un baño de goles y juego que perdurará durante décadas. Un póker de Diego Milito y un doblete de Ewerthon para que los aragoneses le endosaran un set al Madrid. Un gol antes del descanso de Baptista fue el único consuelo de los blancos.
El 6-1 parecía haber decidido la eliminatoria, pero el Real Madrid se negó a darse por vencido sin dar batalla. El Bernabéu se llenó de esperanza y expectación por lo que podría ser una de esas noches mágicas en Chamartín, parecida a las de Copa de Europa. Ni un minuto en el reloj y Cicinho anotó el primero con un fuerte disparo desde fuera del área. Antes del cinco, Zidane para Beckham, la pone el inglés, controla mal Ronaldo y remata a la red Robinho. 2-0 y el Zaragoza en pánico. Un centro de Beckham delicioso y medido para Ronaldo lo convirtió el brasileño con la puntera en el tercer gol del partido. No habían pasado ni diez minutos. El Bernabéu enloqueció.
Con ochenta minutos por delante, «solo» eran necesarios dos goles más. El Madrid bajó las revoluciones y el cuarto gol no llegó hasta el minuto 60. No llegó el quinto y el público madridista, pese a caer eliminados, dio una gran ovación a un equipo que lo dejó todo en el campo, pero que no pudo completar una remontada para la historia.