Courtois volvió a ser Courtois. El belga se reencontró con su mejor versión en el Ali Sami Yen salvando al Real Madrid cuando más falta le hacía. Los blancos llegaron a Estambul con la necesidad de sumar los tres puntos para seguir con aspiraciones en la Champions y el portero sacó todo su potencial sosteniendo a los hombres de Zidane con tres intervenciones providenciales en la primera parte. Por fin demostró sus cualidades desplegando todas sus dotes bajo palos. Las del guardameta de clase mundial que ha sido y que no se había visto en los últimos tiempos.
No se había cumplido el minuto 10 de partido cuando Courtois achicaba para despejar un fuerte disparo a Andone. La primera llegaba pronto, pero la segunda no se haría esperar. 60 segundos después el belga se volvía a hacer enorme para evitar otra vez el gol del rumano. La última gran intervención de Thibaut llegó en los compases finales del primer tiempo, cuando evitó en dos tiempos el gol de Belhanda.
Pero lo más importante es que el Real Madrid pudo disfrutar del mejor Courtois y Courtois pudo obtener una dosis de la confianza perdida en los últimos tiempos. Sin ser culpable de los malos resultados de los blancos este curso, sí es cierto que nunca llegó a marcar la diferencia hasta en la noche de Estambul.
El Real Madrid necesita al mejor Courtois para poder pelear por todo esta temporada y, sobre todo, para cerrar un debate en la portería que lleva demasiado tiempo abierto en el Santiago Bernabéu. Sin Keylor Navas ya en la plantilla y con Areola demostrando que es un buen suplente, Thibaut tiene que mantener la versión ofrecida en el infierno turco para acabar con todas las dudas y confirmar que el Madrid tiene un portero y de los buenos.