El Santiago Bernabéu estalló de felicidad en el momento en que Karim Benzema anotaba el 3-1 para el Real Madrid, que culminaba la remontada ante el Paris Saint-Germain. Los jugadores madridistas acudían a uno de los laterales del campo a celebrar con la afición y David Alaba sorprendía en segundo plano levantando una de las sillas de los guardias de seguridad que custodiaba a los aficionados para que no se salieran de sus asientos.
Alaba, uno de los más queridos por la afición pese a su llegada reciente al Bernabéu, se convirtió en ídolo de masas en las redes sociales al comprobar cómo había celebrado el gol del hat-trick de Benzema. Una silla, o lo que fuera, valía para festejar un gol histórico que ponía al Madrid con un pie en cuartos de final de la Champions League.