Casemiro es intocable en el Real Madrid. El brasileño es una pieza fundamental en el presente, pero también en el futuro. El centrocampista será titular ante el Manchester City en la vuelta de las semifinales de la Champions. Tras no poder jugar la ida por una lesión muscular, aunque sí pudo estar en el banquillo, no se perderá la vuelta y está llamado a ser un jugador importante en centro del campo. “Su vuelta nos va a ayudar, refuerza el aspecto defensivo, en el que tenemos que mejorar”, aseguraba Carlo Ancelotti en la rueda de prensa previa al encuentro ante los de Guardiola. Los blancos le echaron mucho de menos en el Etihad y será un futbolista clave en un duelo donde el premio es jugar la final en París.
El brasileño jugará por detrás de Modric y Kroos, los encargados de crear el fútbol del Real Madrid ante el Manchester City. Por lo tanto, Casemiro será clave a la hora de tratar de destruir el juego de los de Pep Guardiola entre líneas. La movilidad del Manchester City con y sin balón puede hacer mucho daño a los de Carlo Ancelotti y el centrocampista tendrá la difícil labor de tapar todos los pasillos. Con su presencia en la medular el nivel defensivo de los blancos crecerá notablemente, justo lo que tiene claro el entrenador italiano que deben hacer si quiere remontar el gol en contra que llevan.
La presencia de Casemiro en el centro del campo mejora a todos. Hace que el nivel de los defensas suba al ver que tendrán en su figura un fiel escudero dispuesto a apagar cualquier fuego. Y permitirá que Kroos y Modric vuelen libres sin tener que mirar atrás. El alemán sufrió mucho en la ida, cuando Guardiola, listo como pocos, aprovechó la ausencia del brasileño para atacar sin piedad la espalda del germano, que durante muchos minutos se vio desbordado. Case es fundamental y, como ha reconocido Ancelotti en diferentes ocasiones, no hay otro como él.
No se mueve del Real Madrid
Desde Brasil aseguraban en la previa del encuentro que el Real Madrid estaba dispuesto a escuchar ofertas por Casemiro este verano, algo que está muy lejos de ajustarse a la realidad. El brasileño, que suma casi una década como madridista, tiene contrato hasta 2025 y el deseo de ambas partes es que siga jugando de blanco durante muchos años. De hecho, desde el entorno del jugador califican estas informaciones como “una absoluta memez”.
Casemiro en casi una década de blanco se ha convertido en un madridista más que entiende como pocos lo que significa el Real Madrid. Un ejemplo dentro y fuera del campo al que el club le ve como un futuro capitán. En las malas da la cara, en las buenas, como el otro día durante la celebración de la Liga, suele asumir el papel de actor secundario, alejado de los focos, y se esmera en que los jóvenes caminen por la senda correcta. Para Rodrygo y Vinicius es un hermano mayor y un espejo en el que mirarse.
