Uno de los duelos que esconde el Inter de Milán-Real Madrid será el que mida a Dani Carvajal y Achraf Hakimi. El pasado y presente del carril diestro del conjunto blanco contra el que se presentaba como su futuro. El marroquí apuntaba a ser el heredero natural de Carvajal, pero su progresión como madridista parece truncada tras su traspaso al cuadro neroazzurro el pasado verano. Ahora, medirán sus fuerzas en el que será el segundo enfrentamiento directo que mantengan desde que Achraf abandonó la disciplina madridista, tras un España-Marruecos en Rusia 2018.
El interista decidió salir del Bernabéu en 2018, tras una temporada de aprendizaje a la sombra del ‘2’. Con el objetivo de continuar su progresión puso rumbo a Dortmund. Fue allí donde encontró los minutos de los que le privaba la condición de indiscutible del lateral bajo las órdenes de Zidane. Consiguió reivindicarse como un excelente carrilero, aunque sin convencer en la faceta defensiva, por lo que el club optó por hacer caja y venderle al Inter de Conte, por 40 millones de euros.
El conjunto madridista perdía la opción más factible para relevar en un futuro a Carvajal, en un verano en el que primó salvar la economía del club por encima de asegurar el futuro. Los blancos consiguieron una buena montante por la salida definitiva del canterano, pero se guardaban un derecho de tanteo para las próximas cinco temporadas. Una cláusula que deja un resquicio para su regreso a casa en los próximos años. La decisión de vender a Achraf estuvo principalmente motivada por la confianza que tanto el club como Zidane tienen depositada en Carvajal. El de Leganés se adueñó de la banda derecha del Bernabéu desde que llegó al primer equipo en el verano de 2013 y aún no ha habido otro jugador capaz de cuestionar su titularidad.
Carvajal, la máquina de fútbol del Madrid
Al partido llega tras superar antes de lo previsto una rotura parcial del ligamento lateral interno de la rodilla derecha. Cualquiera lo diría después de ver su actuación ante el Villarreal. El lateral regresaba tras siete semanas de inactividad y lo hizo a un gran nivel, asistiendo a los dos minutos de juego a Mariano para hacer el único tanto de los blancos y completando una buena labor defensiva.
El reto para Carvajal estará en demostrar, por si queda alguna duda, en que sigue sin tener rival en su puesto. Una condición que se ha ganado a lo largo de sus ocho temporadas en el conjunto madridista, en los que su aportación en ataque y, sobre todo, en defensa ha sido fundamental. Por su parte, el marroquí deberá reivindicarse en otra oportunidad para dejar claro que los blancos se equivocaron al dejarle escapar, después de que en el Di Stéfano no tuviera su mejor día.