Durante los últimos meses, el ambiente en torno a los puestos del estadio Santiago Bernabéu había estado marcado por la incertidumbre, y la situación no parecía mejorar. De repente y sin explicación, ya no les dejaban trabajar donde siempre lo habían hecho. Si históricamente podías encontrar puestos alrededor del coliseo madridista, en los últimos tiempos su área de acción se había reducido a Concha Espina y la plaza de los Sagrados Corazones. Pero todo cambió el pasado fin de semana ante el Leganés y se mantendrá contra la Real Sociedad este martes en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey.
Ante los pepineros, volvieron a una aparente normalidad, ya que es sólo una medida provisional, y les dejaron ocupar todas las calles que, históricamente, habían ocupado. Les avisaron con un día de antelación, pero para ellos fue tiempo suficiente a pasar de que logísticamente no fuese sencillo.
«Cuando tienes hambre, créeme, que aprieta lo que haga falta para estar allí después de tanto tiempo. No te puedes permitir perder ni un solo día de trabajo», explica con determinación Rubén García Villaplana, dueño de uno de los puestos del Bernabéu. En cuanto a quién fue el encargado de comunicarles la noticia, señala que fue la Junta de Distrito la que finalmente les notificó la reactivación.
En lo que respecta a la polémica surgida meses atrás con los vecinos, Rubén asegura no tener claro si fue esto lo que causó el parón, aunque sí siente que se ha querido buscar un culpable. «Nosotros no queremos buscar culpables, sólo una solución», aclara. Para él, el objetivo ha sido siempre retomar el trabajo en su sitio, lo cual no sólo tiene implicaciones económicas, sino también emocionales. «Lo que queremos es trabajar en nuestros sitios, y ese es el mensaje que transmitimos», subraya, destacando que lo más importante es poder retomar su rutina de trabajo sin más interrupciones.
Un impacto económico irreparable
Con respecto al impacto de la situación en su negocio, no duda en admitir que las pérdidas han sido significativas. «Nuestras ventas bajaron un montón, un 80% menos», revela, aunque también señala que lo más importante es que ahora vuelven a estar en su lugar de siempre.
Mirando al futuro, se siente optimista, pero consciente de los retos que aún quedan por delante. «Nos han dicho que terminaremos la temporada así, y después de eso tendremos reuniones con la Junta», señala Rubén. A pesar de no tener certezas sobre lo que depara el futuro, confía en que se podrá seguir trabajando con normalidad, como ocurrió en el pasado.
Rubén también menciona que el Real Madrid ha sido una presencia positiva, pero que el verdadero foco de atención está en las decisiones que debe tomar la Junta de Distrito, ya que son los responsables directos de la situación. «No tenemos nada en contra del Madrid, porque al final vendemos sus productos y estamos bien con ellos», asegura, destacando una convivencia sana con el club blanco.
Aunque es difícil entender por qué, después de tantos años, ha sucedido esto, Rubén prefiere mirar al futuro: «Lo que queremos es volver a nuestro sitio de trabajo. Ya está». Finalmente, se muestra optimista para la próxima temporada: «Lo importante es que hemos vuelto. Todos queremos lo mismo: trabajar con normalidad». A pesar de las dificultades, la vuelta a la rutina de trabajo es lo que más valoran, y esperan que el curso que viene se resuelva de manera definitiva para que puedan trabajar con tranquilidad, como han hecho siempre.