El Bernabéu entró en ebullición cuando por la megafonía se escucharon los nombres de los jugadores del Atlético. A cada futbolista le acompañaba su correspondiente pitada. Los decibelios terminaron de elevarse cuando el speaker pronunció el nombre del técnico rojiblanco. «Entrenador… Diego Pablo Simeone», se pudo percibir entre los abucheos del feudo blanco.
Su hijo, Giuliano, titular en el derbi de Champions, también fue uno de los más pitados por la afición madridista. Al igual que Llorente por su pasado en el club blanco. La realidad es que el abucheo fue la tónica habitual mientras por megafonía se pronunciaban los integrantes del Atlético. Máxima rivalidad nacional que traspasa las fronteras esta semana.
El Atlético y Simeone no está solos en el Bernabéu. «Atleti, Atlético de Madrid». «Madridista el que no bote». «Que se enteren los vikingos quién manda en la capital» e incluso «Madridista hijos de p…». Desde Plaza Castilla hasta el Santiago Bernabéu no se escuchaba otro rugido. Lo entonaban los 4.000 integrantes de la afición del Atlético con entrada desplazados al feudo blanco escoltados por un fuerte dispositivo de la Policía Nacional.
Desde las 17:00 de la tarde se fueron sumando gotas a la concentración en Plaza Castilla que había promovido el Frente Atlético a través de sus redes sociales. Bajo el lema «a la cuadra por la Castellana», el grupo de animación rojiblanco, hizo un llamamiento a los hinchas rojiblancos que pretenden tomar el Bernabéu.
Simeone repite en Champions el once que empató en Liga hace poco menos de un mes. Oblak, uno de los cuatro supervivientes rojiblancos del último derbi europeo, vuelve a estar bajo palos. Arropado por Llorente y Galán por los costados y por Lenglet y Giménez como pareja de centrales en el eje.
El uruguayo juega apercibido de sanción, una tarjeta amarilla le haría perderse el derbi de vuelta en el Metropolitano. Por delante de la zaga parte un De Paul, que se ha convertido en estandarte del equipo rojiblanco, junto a Pablo Barrios, graduado en esto de los derbis con su titularidad en el choque liguero.
Su última aparición en Champions acabó antes de tiempo tras una entrada desmedida que le costó la tarjeta roja. Por los flancos atacan los espacios Giuliano Simeone y Lino, que le gana la partida a un Gallagher que aporta más trabajo que verticalidad. Arriba, en punto, Griezmann por detrás de un Julián Álvarez en estado de gracia y que ya ha superado el mejor registro goleador de su carrera deportiva.