Marco Asensio fue de nuevo el desatascador del partido que midió al Real Madrid contra el Alavés. Una vez más, el balear dejó patente el gran momento por el que pasa e hizo el gol que adelantaba al conjunto blanco en el Bernabéu. Desde fuera del área, cargó de nuevo su pierna izquierda para mandar un misil sobre la meta de Pacheco, que nada pudo hacer por evitar el gol. Un golazo de una estética de los que ya nos tiene acostumbrados, pero al que le sucedió la polémica, puesto que mandó callar al público.
Asensio cargó su zurda y se sacó un potentísimo disparo que lanzaba al Madrid de nuevo. No atraviesan un buen momento los blancos, pero al igual que sucedió contra el Granada, Marco acudía al rescate. Lo hacía inmediatamente después de regalar lo que pudo ser el primero del Alavés, que le costó una sonora pitada.
En la jugada anterior al gol, Asensio cometía un error grave en las proximidades del área de Courtois y le quedaba el balón franco para marcar a Pere Pons, que la mandó fuera. Pese a que no marcó, el empate a cero y las dudas que había sobre el equipo, tras la derrota en París y los resultados del último mes, provocaron la reacción del público contra el jugador. Asensio, señalado también ante el PSG, se llevó una pitada a la que reaccionó de la mejor forma.
Del que pudo ser el 0-1 se pasó al 1-0 y, a continuación, llegó un reproche del propio Asensio a la grada del Santiago Bernabéu. En plena celebración, el balear les mandó callar y después se llevó los dedos a la boca para pedir que no pitasen. Lo siguiente fue pedirles que animasen y, finalmente, se beso y mordió el escudo de su camiseta. Unos gestos que no son más que una muestra de la rabia acumulada por un jugador que, pese a que vive su mejor temporada en el apartado goleador, parece que siempre sigue en deuda con el público.
