El parón de la temporada ejerce de freno para la actividad deportiva oficial, pero no de cara a la planificación de plantillas de cara a la próxima campaña. Real Madrid y Manchester United son dos de los clubes más activos en la rumorología, con varios objetivos en común que les convierten en enemigos íntimos a la espera de conocer si verdaderamente necesitan pelear por algunos de los mejores jugadores del mercado.
Jadon Sancho, Erling Haaland o Donny Van de Beek no sólo comparten vitola de futuras estrellas del fútbol, sino también el interés de Madrid y United por hacerse con sus servicios. Parece complicado que los tres compartan equipo la próxima temporada, pero para nada es descabellada la opción de que se repartan entre dos de los grandes históricos del fútbol, muy interesados en el talento joven y una reconstrucción progresiva de su plantilla.
El Madrid planifica, el United necesita
Si retrocedemos de manera breve en el tiempo podemos comprobar que Manchester United y Real Madrid poco tienen que ver en cuanto a nivel competitivo. Inmersos en una crisis de identidad, los británicos no dan con la tecla que les devuelva al primer nivel mundial, mientras que el Madrid, aún con un bajón en el último año y medio, sigue en lo más alto con una política de fichajes basada en la inversión en talento joven y las oportunidades de mercado.
Por ello, los blancos tienen las de perder casi en cada enfrentamiento económico con el United. El Madrid es actualmente un club –mucho– más atractivo para el jugador en lo deportivo pero las necesidades de los ingleses podrían hacer que sus ofertas por los Sancho, Haaland o Van de Beek fueran más cuantiosas en pos de convencerles de enrolarse en un proyecto necesitado de savia nueva y, sobre todo, calidad.
El precedente de Bruno Fernandes
La ‘guerra’ entre Madrid y Manchester cuenta con un precedente reciente y en el que se deja constancia de la perspectiva de cada club a la hora de afrontar la contratación de un jugador destacado en el panorama europeo. La última adquisición de los ingleses, Bruno Fernandes, fue ofrecido al Madrid el pasado verano por una cantidad cercana a los 70 millones de euros, algo que, junto a la prioridad de Zidane de firmar a Pogba, echó atrás a la dirección deportiva. Sin embargo, las necesidades del United provocaron que en el mercado de invierno, accedieran a pagar 55 millones fijos, más otros 25 en variables.
No se venden entre ellos
Existe otro denominador común entre Real Madrid y Manchester United dentro de la vorágine del mercado, y es que ni uno ni otro han aceptado el interés del contrario por un jugador de su plantilla. Mientras que los blancos, con Zidane como principal y casi obsesivo valedor, se lanzaron a por Paul Pogba con la negativa constante del United, estos hicieron lo mismo para atraer a Toni Kroos, con el correspondiente y rotundo «no»como contestación desde Concha Espina. Rashford o Bale han sido otros de los nombres que podrían haber efectuado el viaje de doble sentido Madrid-Manchester, pero por un caso u otro el interés no fue a más.