Thiago Silva se cansa de esperar al Madrid y se debate entre el Everton o volver al Milan
Thiago Silva acaba contrato con el PSG en menos de un mes y no seguirá en París. A sus 35 años, el brasileño es una de las gangas del mercado. A mediados de abril fue ofrecido al Real Madrid pero, como no encaja en los planes de futuro del club blanco, el veterano central se debate entre irse al Everton con Ancelotti o volver al Milan, el equipo en el que se hizo gigante en Europa.
En el Real Madrid extrañó bastante el ofrecimiento de Thiago Silva, ya que es un jugador que estuvo en el radar del club blanco hace una década, cuando era, posiblemente, el mejor central del mundo junto a Sergio Ramos. El Madrid intentó formar entonces una pareja de centrales galáctica, pero se interpuso el PSG, que llegó a pagar casi 70 millones al Milan por Thiago Silva, además de convertirle en el central mejor pagado del mundo con un salario superior a los 12 millones netos por temporada.
En el escenario de mercado actual poder fichar gratis a un central del nivel y de la experiencia de Thiago Silva es muy seductor no sólo para el Real Madrid sino para cualquier club europeo. Sin embargo, sus 35 años son una lacra insalvable, por no hablar de que no resuelve el problema que tiene el club blanco en la sucesión a medio plazo de un Sergio Ramos que ya ha cumplido los 34.
El Real Madrid no dio un «no» por respuesta al ofrecimiento de Thiago Silva, pero sí dio educadamente largas. Esa suerte de silencio administrativo desde las oficinas del Bernabéu dejaba bien a las claras que el brasileño no encajaba en la política de fichajes del club.
Es cierto que el Real Madrid necesita un central (y lo busca en el mercado) que complemente la pareja Sergio Ramos-Varane. Militao ha sido un fiasco, al menos en el año de su debut de blanco, pero los tiros del club blanco y, sobre todo, las intenciones de Zidane, van más hacia un central joven al que moldear (Upamecano) que hacia un veterano como Thiago Silva.
Por ello, el central brasileño se debate ahora entre volver al Milan, el club en el que se hizo gigante en Europa, o aceptar el reto de emprender la aventura de la Premier de la mano de un Ancelotti que le conoce a la perfección y con el que podría emprender su última aventura en el fútbol de élite.