El Real Madrid dio la cara y soñó con las semifinales en la fiesta preparada en el Camp Nou para la vuelta del Clásico femenino de Champions. Puso de nuevo contra las cuerdas al FC Barcelona, que de nuevo remontó el encuentro para romper por completo las esperanzas de las de Toril. Se levantaron las madridistas de un gol tempranero de Mapi León, con los de Carmona y Zornoza, pero no pudieron con la reacción en cadena del Barça. Bonmatí, Pina, Alexia y Graham Hansen alejaron cualquier atisbo madridista de remontada para acabar goleando, certificando su presencia en semifinales.
La eliminatoria llegaba prácticamente decantada a un Camp Nou que esperaba lleno. Habían dedicado todos sus esfuerzos en el club para conseguir batir el récord mundial de asistencia a un partido de fútbol femenino, que estaba en 90.185 espectadores, en la final del Mundial de 1999. Para los cuartos de esta Champions, lograron congregar a 91.553 aficionados. Todo un récord.
Presentaba Toril un equipo similar al que plantó en el Di Stéfano la pasada semana. Sólo Ivana entraba en el once, en detrimento de Rocío. Misa estaba bajo palos, escoltada por Lucía y Svava en los costados y por Babett Peter y la capitana en el eje de la zaga. En el centro del campo, Zornoza y Teresa formaban en el doble pivote, mientras que Athenea, Oroz y Carmona formaban una línea de tres por delante. En punta, Esther.
El plan era distinto al de la ida. El Madrid no tuvo en ningún momento el balón y asumía que este sería para el Barça. Las de Giráldez se imponían en el centro del campo, sin embargo no encontraban a una tapada Alexia, bien anulada por las blancas. Aún así, cercaban las locales a las madridistas, cuyo objetivo no era otro que aguantar, esperar a que pasaran los minutos y que el movimiento en el marcador fuese mínimo hasta el descanso, para desplegar un plan similar en el tramo final al que pusieron en práctica en el Di Stéfano en la primera mitad.
Desde muy pronto se puso cuesta arriba el encuentro, aunque supieron reconducirlo. Mapi León adelantaba al Barça en el minuto 8. Un centro desde la derecha se envenenaba y sorprendía a Misa. No pudo hacer nada la meta madridista, que estaba ligeramente adelantada y a la que no le dio tiempo a recular lo suficiente después de que el balón cogiese rosca hacia la portería.
Con el 4-1 en el global de la eliminatoria se soltaron algo las de Alberto Toril y en su primera aproximación al área de Sandra Paños encontraron premio. Un centro desde la izquierda impactó en el brazo de Irene Paredes y la colegiada señaló el punto de penalti. Al igual que en la ida, Olga Carmona era la encargada de hacer el primer tanto de las madridistas, devolviendo la eliminatoria al mismo punto de partida tras un cuarto de hora de juego.
De la ilusión a la goleada
Pese a la insistencia y dominio culé, el Madrid aguantaba y llegaba a la segunda mitad con la esperanza de poder darle la vuelta a la eliminatoria. Lo vieron más cerca en el minuto 48, cuando Zornoza recuperó el balón en el centro del campo y, ante un Barça muy adelantado, sorprendió a Paños con un lanzamiento desde 50 metros que acabó en el fondo de la portería.
Se ponían por delante las blancas y provocaban la reacción en cadena de un Barça que, tras lanzar un primer aviso, lograba volver a mandar en el partido, con goles de Aitana Bonmatí y Claudia Pina. Las ilusiones de las de Toril se desvanecían por completo de la forma más cruel, con dos tantos en apenas cinco minutos que ponían arriba de nuevo a las blaugranas. Con las blancas ya entregadas, Alexia y Graham Hansen cerraron la goleada. Un 5-2 con el que firmaron su pase a las semifinales.
Las blancas se despiertan del sueño aunque mostrando argumentos para confiar de cara al futuro más próximo. Pese a que siguen sin ganar al Barça, durante parte de la eliminatoria han sido superiores y han dejado claro que la distancia no es tan tamaña como parecía. Ahora, a las de Toril les queda centrarse en Liga con el objetivo de meterse entre las tres primeras para volver el próximo año a Europa y, por qué no, soñar con la Copa de la Reina.