Supercopa femenina: Barcelona-Real Madrid

El Clásico que siempre acaba igual

El Barcelona vuelve a golear en el Clásico femenino al Real Madrid (4-0) y se mete en la final de la Supercopa

Mariona Caldentey y Salma Paralluelo fueron las goleadoras, con sendos dobletes, para dar un triunfo cómodo a las culés

No hubo historia. El Clásico femenino volvió a ser para el Barcelona, que arrolló de nuevo al Real Madrid y demostró que la diferencia sigue siendo la misma que hace unos meses. Las culés se clasificaron para la final de la Supercopa femenina tras golear por 4-0 en Butarque, citándose con el Levante el próximo sábado para revalidar el título, que sería el primero del curso.

Apenas duraron 12 minutos las esperanzas madridistas de dar la sorpresa. Fue el tiempo que tardó Mariona Caldentey en hacer el primer gol, aprovechando un rechace a la salida de un córner. Salma imposibilitaría la machada apenas tres minutos después. Repetirían las dos, antes del descanso y tras él, respectivamente.

El Real Madrid se presentaba, como en cada Clásico, con la ilusión de que esta vez fuera la suya. Hasta el momento, 13 partidos entre ambos conjuntos y 13 victorias azulgranas. La historia volvería a repetirse en Leganés, donde se disputaba la semifinal de la Supercopa femenina entre ambos equipos. En juego, una plaza en la final donde ya tenía certificada su presencia el Levante, que ganó en la prórroga al Atlético de Madrid por 1-3.

Sorprendía Alberto Toril de inicio con un trivote en el centro del campo en el que no estaba Tere Abelleira. Indiscutible desde que sobresaliera en el Mundial, la gallega se caía por sorpresa de la alineación, en la que entraba Freja Siri y en la que estaba una Olga que llegaba tras no jugar el últmo encuentro por molestias.

Por su parte, el Barcelona recuperaba para la causa a Cata Coll, que era también de la partida. Sin Alexia Putellas, aún lesionada, y sin Mapi León, las blaugranas salían con un equipo liderado por la The Best Aitana y con un temible tridente de ataque formado por Mariona, Graham Hansen y Salma.

No tardarían en aprovecharse del guion planteado por Toril. Ante el trivote, presión y asfixia en la zona de tres cuartos para tratar de adelantarse lo antes posible. Lo consiguieron en el minuto 12, cuando un balón muerto en el área, tras un leve despeje de la zaga madridista, era aprovechado por Mariona para batir a Misa Rodríguez.

Tres minutos después, cuando se cumplía el cuarto de hora de juego, Salma Paralluelo dejaba prácticamente finiquitado el partido con un golazo. La internacional española batía con una cuchara a Misa y devolvía al conjunto blanco a la cruda realidad, la de saber que, en estos momentos, el Barça sigue siendo inalcanzable. Si el técnico blanco señalaba en sala de prensa el día de antes que «ya no hay tanta diferencia» entre ambos equipos, las campeonas de Europa dejaban patente que sí.

El 2-0 llevó al Barça a bajar un pistón la intensidad. Ya no presionaban como en los primeros minutos, lo que llevaba al Madrid al encontrar opciones de salir en busca de un gol que recortara la diferencia. El partido se igualó y las blancas empezaron a asomarse por los dominios de Cata Coll, donde sólo habían aparecido en una ocasión nada más empezar el encuentro.

La oportunidad la tuvo Olga Carmona –cómo no–, que llegó como un avión a cazar un rechace y la pegó con todo. Sin embargo, el disparo a bocajarro de la sevillana lo sacó el pie de Engen, que apareció providencial para evitar que las esperanzas de las madridistas resurgieran. Terminaron de enterrarse antes del descanso, cuando la colegiada acudió al VAR para pitar un penalti.

Ivana había ido al corte en una penetración en el área de Mariona y la derribó sin tocar el balón. En un primer momento, la árbitra del encuentro no señaló nada y dejó seguir, aunque en las imágenes posteriores se vio que sí que había contacto abajo y, por tanto, penalti. La propia delantera fue la encargada de transformarlo, engañando a Misa y poniendo el 3-0.

Manita tras el descanso

Salía el Barcelona en la segunda mitad con ganas de más y lo lograría rápido. De nuevo Salma era quien aparecía para poner el cuarto. Hansen le metía un balón profundo a la ex atleta, que aprovechaba su velocidad para imponerse a la carrera a Kathellen. Metía el pie ante Misa para dejar más que resuelto, si cabía, el partido y hundir aún más al conjunto blanco.

Con las madridistas abatidas por completo, seguía el Barça tratando de ampliar su renta en el luminoso. Y si no eran suficientes las malas noticias para las de Toril, llegaba la lesión de Olga. Había acudido a la cita entre algodones y se tuvo que retirar del terreno de juego doliéndose del aductor, del que se había recuperado in extremis para estar en Butarque.

Llegó la manita con un gol de Patri Guijarro, que batía a Misa con un disparo cruzado y ajustado desde la derecha. Sin embargo, el tanto no subiría al marcador. Aunque la acción pasó desapercibida, desde el VAR trazaron la línea y lo anularon por un fuera de juego en el pase previo al tanto de la mediocentro.

Al final, el Barcelona volvió a demostrar que sigue por encima del Real Madrid y, prácticamente de cualquier rival que se le ponga por delante. Las de Giraldez se llevan el pase a la final, tras una cómoda victoria en la que, cuando quisieron apretar, hicieron mucho daño a las madridistas.

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