Raúl, el heredero de Zidane
Raúl ganó la primera UEFA Youth League para el Real Madrid y se confirma como el gran heredero de Zidane cuando acabe la etapa del francés en el club
En la cúpula del club están encantados con su progresión como técnico
Raúl sigue haciendo méritos. El ídolo del madridismo por todo lo que hizo como jugador ha guiado al Real Madrid hasta su primera UEFA Youth League, un título que apetecía mucho por Valdebebas y que ratifican a La Fábrica como una de las mejores canteras del mundo. La victoria ante el Benfica ha puesto la guinda a más de un mes de trabajo que ha servido para confirmar dentro del club que el ‘7’ es el heredero.
En un gesto de valentía, como era cuando se enfundaba la blanca, decidió ser el entrenador del Real Madrid en la ‘Champions Juvenil’. La situación no era la mejor. De hecho, se puede decir que era muy complicada. Poyatos, el que era entrenador del Juvenil A, había fichado por el Panathinaikos tras el confinamiento. Los chicos, muchos de ellos con su futuro en el aire, venía de estar tres meses en sus casas. Pero Raúl no dudó en asumir el cargo y desde el primer momento el objetivo no era otro que ganar en Nyon.
Durante más de un mes, apoyado en su cuerpo técnico, especialmente en Alberto Garrido, un entrenador de club como pocos, ha trabajado para poner a punto a un equipo sin ningún ritmo competitivo, pero que poco a poco se fue creyendo que podía hacer grandes cosas. Sin jugar un solo partido desde marzo se plantaron en la sede de la UEFA, remontaron con 10 a la Juventus y, tras pasar por encima de Inter y Salzburgo, lograron el título. Una competición con el sello de Raúl, que al mismo tiempo es el sello del Real Madrid. Y es que, poco encarnan mejor los valores del club de las 13 Copas de Europa que él. Un símbolo del madridismo que cada vez tiene más peso en el club.
Fabricado en Valdebebas
En el Real Madrid nadie esconde que Raúl es la apuesta del club. Desde que el eterno ‘7’ dio el paso de sacarse el título, la entidad estuvo ahí para formarle y ayudarle en todo lo que necesitase. Primero en el Cadete B, después el Juvenil B, donde sustituyó a un Álvaro Benito, y este año el Castilla. Ese último ascenso fue definitivo para confirmar que Raúl es el elegido, el hombre llamado a ocupar en un futuro el banquillo más exigente del panorama mundial, el del estadio Santiago Bernabéu. Eso sí, todo a su tiempo y cuando Zidane decida dar un paso al lado.
Raúl tiene claro que antes de asumir un cargo que, si todo va por los cauces correctos, le llegará, debe aprender muchas cosas. Este año ha hecho un máster en Valdebebas. Pelear partido tras partido en Segunda B con un equipo extremadamente joven que ha sufrido para conseguir cada punto, pero que siempre competió. El gen ganador que tenía el míster en su etapa de jugador lo tienen ahora los canteranos del Real Madrid en el Castilla y se ha visto en la Youth League. Pueden ganar, perder o empatar, pero siempre dan la cara y se dejan todo hasta que el árbitro dice que ya no se juega más.
Raúl tiene claro que ahora es el momento de aprender, demostrar y enseñar a los jóvenes talentos que tiene a su cargo lo que significa ser jugador del Real Madrid. Pocos lo han entendido como él a lo largo de la historia y pocos han conectado tanto con una afición siempre complicada y especial que no duda en dar su amor incondicional a todo aquel que se deje el alma por defender el escudo. Y eso Raúl nunca lo negoció.
Este año ha aprendido mucho y, sobre todo, ha demostrado que tiene madera de entrenador. Los códigos del vestuario los tiene. Entiende a los jugadores, sabe lo que sienten en los diferentes momentos que se viven en una temporada. Ese apartado lo tiene superado, tal y como le pasó a Zidane cuando también se sentó en el banquillo del Castilla. Por lo tanto, su obligación es adquirir conocimientos tácticos y encontrar la manera de transmitir su idea de fútbol a los jugadores, cosa que también han mejorado mucho en los últimos meses. Amante del buen juego, pero sobre todo de la victoria. Puro Real Madrid.