El Real Madrid salvó los muebles en un partido que se le puso muy cuesta arriba contra UCAM Murcia y con su decimoctava victoria en la Liga ACB amplió su liderato tras la jornada 22 (80-75). Los de Chus Mateo perdían de 13 puntos antes del descanso y despertaron con dos buenos parciales en la segunda parte para sellar el triunfo, no sin sufrimiento en un final de encuentro muy reñido.
Liderado por la aportación de Walter Tavares (10 puntos, 8 rebotes, 3 tapones), el Real Madrid logró una trabajada victoria que le permite seguir al frente de la competición liguera, pero no evita su sensación de falta de confianza del equipo.
Nueve meses después de verse las caras en la final sobre el mismo escenario, las cosas son bien distintas. No sólo ha cambiado el nombre del pabellón, sino también las pulsaciones de los dos conjuntos. Los locales, aunque líderes de la competición, se muestran dubitativos en Europa y mortales en general. Los visitantes ya se quedaron sin Copa del Rey y van a tener que pelear por meterse en play off.
Confrontados esta vez sin la presión de un título en juego unos y otros salieron liberados. Más el bando murciano, que no tenía encima el peso de la mochila de un rival que venía de naufragar en su visita continental al Panathinaikos con un alarmante 3 de 26 en triples.
Garuba, protagonista
Esas tristes figuras ya las había arreglado en el primer cuarto, del que se marchó con hasta cuatro aciertos perimetrales, dos de Dzanan Musa y otros tantos de un Usman Garuba al que dejaron tirar con libertad y que también aportó en la pintura en el arranque. Eso sí, se fue desinflando y en mitad del caos que fue el segundo acto llegó a firmar hasta dos recuperaciones y dos pérdidas en una misma jugada.
Porque el tramo que comprendió los diez minutos previos al descanso fue extraño. Se inició con un parcial de salida de 0-9 que incluyó siete puntos de Rodion Kurucs, intratable hasta que salió a defenderle Eli John Ndiaye. Siguió con un 8-0 que amortiguó el golpe. Y concluyó con un pobre 14-15 final.
Distinto fue lo anterior, con un UCAM Murcia osado donde comenzó brillando Simon Birgander pese a la oposición de Tavares, antes de que terminara revolviéndolo todo D.J. Stephens con 8 puntos consecutivos, cuyo efecto solo aminoró el trabajo en el juego interior de Bruno Fernando.
El tercer cuarto irrumpió plomizo, como lo había sido el segundo. Apenas ocho puntos anotaron entre ambos en casi cuatro minutos, tres de ellos desde la línea de tiros libres, fruto de la falta de puntería y de las interrupciones. Por suerte cambió la dinámica, aunque no lo suficiente para llamar al frenesí.
El Real Madrid se remanga contra el UCAM Murcia
De uno en uno, el Real Madrid fue mordiendo la desventaja hasta situarse por delante por primera vez tras veintiocho minutos de partido. Un hito momentáneo, porque fue el UCAM quien pisó la media hora con un punto de renta favorable de cara a un final con pinta de abierto (58-59).
No cambió el aspecto en la vuelta al parqué, aunque se vio a un anfitrión más dispuesto, capaz de firmar un parcial de 7-0 que dada la igualdad solo le sirvió para adquirir una ligera euforia que fue apagando poco a poco el UCAM. De esta forma, el duelo estaba empatado a falta de tres minutos gracias a Ludde Hakanson (72-72).
Una canasta de Alberto Abalde y dos libres de Facundo Campazzo parecían ser suficientes, pero Kurucs quería más y con un triple volvió a apretar el choque. Finalmente, más libres, dos del argentino y dos de Tavares, sumados a efectivas defensas, cerraron el enfrentamiento en favor de los de Chus Mateo.