El Real Madrid pone un pie en la final con otro espectáculo de Llull
Los blancos se llevan la serie muy encarrilada al Palau gracias a otra gran actuación del balear
El Real Madrid repitió triunfo en el Clásico contra el Barcelona y puso un pie en otra final de la Liga Endesa (104-98). En un nuevo espectáculo magistral de Sergio Llull (18 puntos), al que le queda baloncesto para rato a sus 36 años, los de Chus Mateo pusieron el 2-0 en una serie que se reanudará este domingo a las 18:30 horas en el Palau y en la que los culés se encomiendan a un milagro para remontarla. Los dos siguientes choques serán en terreno azulgrana, donde el actual subcampeón espera dar el paso definitivo hacia la lucha por el trofeo sin necesidad de regresar al WiZink Center hasta una hipotética final.
Empezó el partido mejor y consiguió mantener el choque ajustado hasta el descanso, pero este Madrid es demasiado para un Barça que ha naufragado todas las veces que ha visitado el escenario donde el año pasado ganó el título liguero. Fue superior en el primer cuarto y en el último, en el que llegó a asustar al cuadro madridista, pero la superioridad se acabó imponiendo y estos decantaron las semifinales muy a su favor, contrarrestando además a un gran Jan Vesely, máximo anotador con 21 puntos. Dzanan Musa empató a Llull como el que más encesto de los blancos (18).
Lo que funciona no se toca. Chus Mateo calcó el quinteto del primer encuentro de la serie, con Fabien Causeur ocupando el lugar del lesionado Gaby Deck, al que se le están poniendo varios sustitutos. Si en la Final Four de la Euroliga era Eli Ndiaye quien acompañaba a los cuatro habituales, ahora lo es el francés después de su buena actuación el miércoles y arrancando el viernes con un gran tapón a Laprovittola y bien en defensa. El resto los de siempre: Facundo Campazzo, Mario Hezonja, Musa y Walter Tavares.
Igualdad máxima en el primer cuarto. El Real Madrid fue capaz de parar un buen arranque del Barcelona gracias a dos triples de Musa y otro de Alberto Abalde que les puso por delante, pero los de Roger Grimau consiguieron remontar una desventaja de cinco puntos para acabar ganando con una canasta de Vesely in extremis (22-24). Es más, lo consiguieron alargar al inicio del segundo parcial con una racha anotadora de 4-11.
Llull mantiene a raya al Barça
Llull probó de todas las maneras en el segundo cuarto, reuniendo un total de 13 puntos y actuando como salvavidas del Real Madrid antes de sentarse entre vítores. Los de Chus Mateo no se encontraron con el tiro a canasta, fallando hasta 11 intentos antes del descanso. Aun así consiguieron ganarle el pulso al Barça, que volvía a sufrir los arrebatos del de Mahón y un ataque final de Campazzo en forma de triple que puso el 44-40 al final de la primera parte.
Los de Roger Grimau, que estaban teniendo una actuación mucho más sobría que la del miércoles, dejaron de intentarlo desde el tiro de tres. Sólo dos lanzados en la primera parte en comparación a los 22 del primer envite en el pabellón blanco. No tardaron ni medio minuto en encestar el primero en la segunda mitad, obra de Jabari Parker, que se quería poner a la altura de Llull. Musa y Hezonja respondieron y elevaron a siete la distancia, desesperando a todo el banquillo visitante.
El bosnio y el croata ponían la máxima con dos triplazos, el tercero de uno y el primero de otro y Tavares machacó y la alargó con un mate. El Real Madrid ya ganaba de 14 al Barcelona y le obligaba a una gesta mayor a la del primer día. Con este panorama, Roger Grimau sacaba a Ricky Rubio, que hasta entonces acumulaba menos de 10 minutos en pista. Los culés consiguieron reducir diferencias y ¿cuál fue la respuesta de Llull? Pues una mandarina sobre la bocina desde su casa que ponía en pie boquiabiertos a los aficionados en el Palacio (73-62).
El balear se ponía con 16 puntos tras el mejor rato de casi cada partido para su equipo, que es el tercer cuarto. La vieja guardia irrumpía en el quinteto de Chus Mateo para un último parcial en el que el Barça debía realizar un imposible para llevarse la serie empatada al Palau. Rudy Fernández y Guerschon Yabusele mataron al conjunto azulgrana con dos triples más (87-70 a 6:37 del final).
Una victoria inevitable del Real Madrid ante el Barcelona
Sin lugar para la distracción, el Real Madrid se sabía vencedor, aunque el Barcelona se enchufó con tres triples anotados por Laprovittola, Álex Abrines y Tomás Satoransky de forma consecutiva. Vesely superaba a Musa como máximo anotador con un mate y ponía a los suyos a nueve del equipo local a 3:07 del final. Era un parcial de 6-14 del Barça que ponía en alerta a los blancos, pero entre Tavares y Campazzo aliviaron el arreón de fe culé y el partido, que se calentó más de la cuenta, acabó con victoria blanca.