El Real Madrid venció por 103-89 al Baxi Manresa en un partido donde los de Chus Mateo se pusieron por delante en el marcador desde el primer momento. En una nueva jornada de Liga Endesa, el técnico madridista no pudo contar con Deck ni Tavares, que se perdió el primer encuentro de la temporada. Con la inesperada y dolorosa derrota ante el Mónaco en Euroliga el pasado jueves, que rompía una racha de ocho partidos consecutivos ganando, los blancos querían volver a la senda de la victoria para mantener las buenas sensaciones mostradas en el mes de noviembre.
El partido comenzaba con un Dzanan Musa como acostumbra, con una grandísima facilidad anotadora y el jugador bosnio encadenaba dos triples en las dos primeras jugadas del encuentro. Acompañado junto a Abalde, Williams-Goss, Cornelie y el dominador en la pintura Poirier, los blancos trataron de marcharse en el marcador desde los primeros instantes, pero el Baxi Manresa, último clasificado de la Liga Endesa, no se lo iba a poner tan fácil de la mano del letón Steinbergs. Sus seis puntos en el primer cuarto le permitió a su equipo no dejar marchar en demasía a un Real Madrid que ya ganaba por 23-16 al finalizar el primer cuarto.
Pero fue en los segundos 10 minutos cuando los chicos de Chus Mateo metieron una marcha más. Con la baja de Tavares, el joven Ndiaye dio gran descanso en la posición de ‘5’ a Poirier, que fue de los más destacados de este segundo cuarto. Junto a Musa, ambos se fueron al descanso con dobles dígitos en la parcela anotadora. La diferencia aumentó hasta los 11 puntos, pero con la sensación de que podría haber sido mayor.
Pero a la salida del descanso, el Real Madrid fue un auténtico ciclón y el Manresa solo podía ver las embestidas una tras otra. En menos de dos minutos, el conjunto blanco endosó un parcial de 14-4 para dejar el partido prácticamente visto para sentencia. Dos triples seguidos de Causeur, que anotó 16 puntos en el tercer cuarto, provocó el éxtasis del aficionado madridista en el Wizink y posteriormente recibió una sonora ovación. En pocos minutos y en un visto y no visto, la diferencia ya era superior a los 24 puntos. No obstante, los visitantes no dejaron de perderle la cara al partido pese a la clara superioridad del conjunto blanco.
Con el partido visto para sentencia, el último cuarto fue más de lo mismo. El Real Madrid buscaba engordar su cuenta, mientras que el Manresa luchaba por caer, pero con el orgullo por todo lo alto, hasta el punto de recortar en gran medida la diferencia gracias a Juan Pablo Vaulet, que anotó 27 puntos, siendo el máximo anotador del encuentro.