Llull se apunta a la batalla ‘final’ de la Euroliga
La última jornada de la fase regular de la Euroliga depara un encuentro, que mide a Real Madrid y Fenerbahce, en el que los blancos pueden cumplir su objetivo de acceder a cuartos de final o caer en un fracaso al caer antes de tiempo en la competición estrella de la temporada
El Real Madrid se juega parte de su temporada a un solo partido, el que puede darle el acceso a los cuartos de final de la Euroliga o llevarle a la eliminación prematura de una competición en la que se contaba con ellos entre los principales candidatos al título. Las bajas, distinta índole, han llevado al Madrid a un segundo escalón que debe confirmar con el pase a los Playoffs en una de las canchas más complicadas del continente.
Fenerbahce es el último rival del Real Madrid en estas instancias de la Euroliga. Los turcos, en clara progresión después de un inicio dubitativo en el que las lesiones también afectaron a la plantilla, ejercerá de escollo final con varias opciones para un equipo, el de Pablo Laso, que podría agarrarse al milagro para pasar a cuartos también en caso de derrota en Estambul.
Pese a la categoría de Fenerbahce y su condición de local en el partido, el Madrid es ligero favorito en los pronósticos por plena necesidad, algo que no sucede con el conjunto turco, ya clasificado para cuartos. Igor Kokosov no podrá contar con uno de sus estiletes, un Jan Vesely que cayó lesionado la pasada semana y no estará en el encuentro de cierre de la fase regular. Nando de Colo, el otro gran hombre de los turcos, será duda hasta última hora por molestias físicas.
El Real Madrid, en cambio sí tiene un alta para afrontar la ‘final’, y no es una cualquiera. Sergio Llull, después de muchas semanas lesionado, regresa a una convocatoria y tratará de ayudar a sus compañeros desde el parqué, en caso de que Laso y el cuerpo técnico así lo decidan. Llull ha apurado su recuperación para estar activo en el momento clave, y bien como líder desde la cancha o como líder moral, guiará a sus compañeros en el Día D de la temporada madridista.
«En principio, viajamos con 14 jugadores. Tenemos jugadores tocados, otros que acaban salir de lesiones, Randolph, que está lesionado para tiempo y Tristan, que se queda en Madrid. Lo importante es saber que tenemos a los 14 preparados y decidiremos dependiendo de la situación», afirmó Laso en rueda de prensa, confirmando que Llull viajará con el equipo.
«Fenerbahçe es un equipo que ha mostrado una mejoría durante la temporada. Entrenador nuevo, jugadores nuevos y poco a poco han ido encontrando su estilo de juego. Es uno de los mejores de la segunda vuelta. Tienen mucho físico en todas las posiciones, grandes anotadores como De Colo y la llegada de Guduric y O’Quinn les ha dado una dimensión diferente en el juego. Es un rival siempre difícil y jugamos en su cancha, que también es complicada. Esperamos al mejor Fenerbahçe y tendremos que hacer un gran partido», advirtió el técnico madridista, sobre los peligros del cuadro otomano.
En la recámara, las cuentas
Las cuentas del Real Madrid de cara al vestuario se mantienen en un plano secundario, toda vez que la victoria es el único resultado posible para ellos. La motivación es total y el plan a seguir, calcado al que pudimos ver ante Olympiacos, con una activación global en defensa y respuesta coral en ataque para mantener el ritmo de juego durante los 40 minutos de partido.
No obstante, en caso de derrota, el Madrid esperará resultados rivales, en este caso del Zenit de San Petersburgo, para conocer si pasa o no a cuartos de final. El conjunto ruso se mide el viernes a Maccabi y el lunes jugará su partido aplazado con Panathinaikos, también como local. Una derrota del cuadro dirigido por Xavi Pascual otorgaría la clasificación matemática al Real, que la necesitaría en caso de no superar la final ante Fenerbahce.