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La bronca de Zidane surte efecto: ya tiene al Real Madrid que quería

Zidane ha dado con la tecla. El entrenador del Real Madrid parece haber encontrado el once que más le convence y el que mejor resultado da. El francés sabía que el partido contra el Sevilla era una prueba importante para el futuro y lo afrontó como un test del que sacar conclusiones de cara a lo que se viene: el Clásico y el asalto a la Undécima.

Zizou no ocultaba en sala de prensa su satisfacción por lo visto sobre el césped. «Ha sido uno de los mejores partidos, desde el minuto uno hasta el final. Sólo puedo estar satisfecho. Jugando así podemos hacer cosas grandes y los jugadores lo saben. Hace falta meter siempre la misma intensidad y tener la misma implicación. Necesitamos constancia en lo que estamos haciendo, pero la actitud es fantástica de todos», explicaba el técnico.

Aparte de las sensaciones percibidas por el francés durante el partido, el posterior informe técnico del cuerpo técnico madridista le da motivos para estar contento. Ante el Sevilla, un equipo con nivel Champions, el Real Madrid firmó un partido muy completo en todos los apartados y de los mejores, si no el mejor, de la era Zidane.

En lo que se refiere al apartado ofensivo, los blancos remataron contra la portería de Sergio Rico hasta en 26 ocasiones. La cifra es un récord para la plantilla desde la llegada de francés en el campeonato. En ninguno de los anteriores partidos habían chutado tanto. Sin duda, el regreso de la BBC tiene mucho que ver y es que el segundo partido con más lanzamientos fue, precisamente, el único en el que habían jugado juntos Bale, Benzema y Cristiano. Ante el Deportivo se remató 23 veces.

Cristiano Ronaldo dispara contra la portería de Sergio Rico. (AFP)

Otro de los aspectos en los que insiste Zidane es la posesión del balón. El técnico quiere que su equipo mande en el juego y defienda con y sin balón. En los peores partidos del conjunto blanco quedó evidente que esa fue una de las causas. Por ejemplo en Las Palmas, la actuación que más ha enfadado al francés, el Real Madrid llegó a tener menos balón que su rival. Ante el Sevilla, los blancos mandaron un 63% del tiempo, una cifra superior a otros partidos buenos como ante Athletic, Celta o Roma.

El número de pases también fue elevado, 585. La cifra no es de las más altas, pero relacionada con la posesión deja ver que el Real Madrid fue más vertical y que no necesita tanta elaboración para alcanzar la portería rival. La presencia de Bale en el equipo en detrimento de James o Isco favorece ese juego. No se soba tanto la pelota. La precisión de los pases (88,5%) también está destacada en el informe que manejará Zidane estos días en Valdebebas. Sólo en el partido ante el Espanyol sus jugadores estuvieron más acertados. La presencia de Casemiro junto a Kroos y Modric permite constituir un centro del campo equilibrado, sólido y dinámico.

Pero hay más. En el buen partido madridista hay que destacar la presencia de los laterales en ataque. Danilo y Marcelo pasaron más tiempo en campo contrario que en el propio. Mientras que el defensa diestro tocó 89 veces el balón, el izquierdo lo hizo en 102 ocasiones.

Mapa de calor de Danilo y Marcelo.

Otro de los aspectos en los que Zidane ha tirado de las orejas a su plantilla ha sido en meter la pierna en los balones divididos. Los jugadores madridistas realizaron 25 entradas en busca del robo del balón, lo que suponer una de las marcas más elevadas de la temporada. Si se compara con las 12 que el equipo hizo en Las Palmas, queda todo dicho. Además, el porcentaje de dichas entradas ganadas fue muy alto: el 88%.

Zidane está contento. El equipo funciona mejor con Benzema en la punta del ataque y con Casemiro en la medular. Así los laterales tienen más profundidad y Bale aporta desequilibrio. Zidane está satisfecho con el examen y ha dado con el once. «Estamos listos para el Clásico», admite.