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Cómo puede afectar el desconfinamiento a nuestras mascotas y cómo podemos ayudarles

Durante el desconfinamiento, nuestras mascotas y en especial los perros, pueden sentir cierta ansiedad por soledad de modo que es importante aplicar ciertas pautas para ayudarles a volver a la rutna anterior.

La  tan deseada fase de desescalada puede ser una alegría ya que de alguna manera comienza a recuperarse la «normalidad» perdida en los dos últimos meses, pero aquellas personas que tienen mascotas en casa, en especial perros y gatos, puede que noten en ellos los efectos del desconfinamiento.

El pasado mes de marzo se decretó el estado de alarma, por lo que tuvimos que aplicar el confinamiento en los hogares. Para aquellas personas que tienen mascotas, pudieron comprobar como en un principio estas parecían estar felices por el simple hecho de tener a su dueño/a en casa a todas horas, pero también les pudo afectar la reducción de paseos de modo que se tuvieron que acostumbrar a una nueva rutina que de nuevo cambia, y de nuevo les puede afectar.

Cómo puede afectar el desconfinamiento a nuestras mascotas 

Con la llegada de la desescalada, llega para nosotros la alegría por el inicio del desconfinamiento. Podemos volver a trabajar, a salir durante un horario establecido y poco a poco volveremos a nuestras rutinas, de modo que tras acostumbrarse a estar con nosotros tanto tiempo, es posible que nuestro perro comience a sentir la soledad de nuevo y con ello a portarse mal.

Puede que tengas un perro que nunca antes ha ladrado cuando estaba solo, y ahora que has vuelto al trabajo, ha comenzado a hacerlo o tal vez rompe los muebles. Es algo normal, ya que el confinamiento y ahora el desconfinamiento han provocado en él una ansiedad que se traduce en una sensación de abandono, similar a la que sienten cuando son cachorros y nos vamos.

Cómo podemos ayudar al perro a superar la ansiedad en el desconfinamiento

Si bien siendo cachorros tenemos herramientas o pautas para hacer que el perro sea más independiente y no lo pase mal cuando está solo, ahora debemos hacer algo similar, y establecer pautas que le ayuden a recuperar la rutina que tenían antes, pero claro, será algo más «complicado», ya que siendo un perro adulto puede que le cueste más adaptarse a tantos cambios.

De este modo, debemos procurar ir dejando solo al perro siempre que podamos. Ir a la compra, salir a hacer ejercicio o dejarle solo en una habitación mientras nosotros estamos solos son algunas de esas pautas que poco a poco nos pueden ayudar, para que el perro no sienta ansiedad por el hecho de haber vuelto a la «normalidad».

Eso sí, en el caso de optar por dejar al perro en una habitación mientras nosotros estamos en otra, puede ser interpretado por el animal como un castigo. Para que no sea así, podemos instalar su cama o colchón en otra estancia de la casa, para que se tumbe y le dejamos además un hueso o un juguete que le guste para que se entretenga y pase un buen rato solo.

Por otro lado, no olvidemos sus paseos y respetemos el horario establecido para ello, y también cómo no, debemos realizar cierta actividad física con el perro para que se canse y de alguna manera pueda deshacerse de la ansiedad acumulada durante semanas de confinamiento y ahora, en los primeros días de desconfinamiento.

Eso sí, nunca ejercites al perro jugando antes de irte a trabajar ya que para él será peor. Te echará mucho más de menos. Es mejor darle un buen paseo antes de irnos a trabajar y que se canse andando que ponernos a jugar con la pelota o con cualquier otro juguete en casa, ya que en el primer caso, caminará, olerá, podrá respirar el aire del exterior y en definitiva se relajará e incluso se cansará. En el segundo caso, se animará jugando y querrá seguir haciéndolo cuando nos vayamos provocando que la ansiedad aumente y su comportamiento vaya a peor.

Durante los días de confinamiento, es posible que hayan habido momentos de aburrimiento que tal vez hemos aprovechado para mimar a nuestra mascota más de la cuenta, de modo que hemos estado más tiempo encima del perro con caricias, juegos e incluso las siestas han sido a su lado. Ahora todo eso desaparece y el animal se puede llegar a sentir realmente triste. Por ello es especial que incluso estando en casa, al volver de trabajar y para el resto del día, procuremos establecer cierta distancia, para que el animal descanse, esté en su propia soledad y no aumentemos esa tristeza cuando no estamos.

Por último será bueno también dejar que el perro nos huela, se alegre, salte y se emocione y nos reciba contento cuando llegamos de vuelta del trabajo o de nuestro paseo de una hora, pero no debemos nunca echarnos a sus brazos y comenzar a jugar con él. Es mejor entrar tranquilos y como no, premiarle en el caso de que se haya portado bien. Si se ha portado mal, y ha roto algo o algún vecino nos dice que ha estado ladrando, no debemos castigar al perro ya que no entenderá que le castigamos por algo que posiblemente ha hecho horas atrás. El castigo en perros de hecho, solo es efectivo al momento en el que el perro hace su «travesura».

Cómo ayudar a los gatos y otras mascotas

¿Y qué podemos hacer con gatos y otras mascotas como los conejos o los hurones? Pues curiosamente es posible que estos se «alegren» en cierto modo, al volver a estar solos, porque son animales mucho menos dependientes que los perros. De hecho, con el desconfinamiento, van a poder recuperar su privacidad «robada» durante estos dos meses, de modo que lo más probable es que incluso les estemos haciendo un favor.

Eso sí, en el caso concreto de los gatos, es aconsejable que les dejemos alguna zona elevada a la que escalar, saltar o subir (como un estante) y rincones donde se pueda esconder, para que se distraiga mientras está en casa, y recupera su propia actividad, y también para que se pueda «esconder» de alguna manera cuando lo desee, mientras seguimos más horas de lo común en casa, de modo que sienta esa privacidad que tanto aprecian este tipo de animales.