Con la reciente celebración de su 50 aniversario en el trono, la Reina Margarita de Dinamarca ha abdicado dejando el legado a su primogénito Federico de Dinamarca. A sus 83 años, la Monarca ha escrito sus propias líneas en el libro de la historia de los royals europeos, puesto que fue la primera Reina en acceder al trono de forma directa, desde Margarita I, en el siglo XIV y después de la muerte de su padre Federico IX, accediendo al trono para gobernar el país. Uno de los grandes tesoros de las casas reales europeas son sus piezas de joyería. Estas son las tiaras que Margarita de Dinamarca ha lucido durante su largo reinado.
Tiara de amapolas
No se le puede denominar como tiara, puesto que es un adorno que se reparte por todo el cabello. Encargada en 1976 por Margarita II al artista Arje Griegst, muchos expertos señalan que está inspirado en un dibujo que hizo la propia reina, la cual es una gran aficionada del diseño y, muchas de sus creaciones, salen de bocetos propios.
Inspirada en los jardines de Frederiksberg de Copenhague, esta pieza está elaborada en oro de 21 quilates y recuerda a los campos de amapolas.
Tiara Orange-Nassaut
En 2018, la Reina Margarita de Dinamarca llevó otra de sus joyas más personales, la Tiara Orange-Nassaut, la cual cuenta con unos pendientes a juego, para que las piezas juntas creen una armonía visual.
Este conjunto fue obra del orfebre local Nicolai Appel y fue un regalo que el gobierno autonómico de Groenlandia y cinco empresas privadas vinculadas al comercio de la zona le hicieron a la conocida, por propios y extraños, como Daisy cuando cumplió cuatro décadas sentada en el trono danés en 2012. Está elaborada con el oro groenlandés de la mina de Kirkespirdalen y se calcula que su precio supera los 40.000 euros.
Tiara Aigrette
Es una de las piezas más icónicas de la reina y, según muchos expertos, de las que más valor tiene. Con un precio estimado de más de 500.000 euros, esta tiara es la que lleva Margarita de Dinamarca a los eventos más especiales y es una de las favoritas de la monarca, puesto que su flexibilidad le permite adaptarse a cada peinado.
Está formada por tres piezas que pueden llevarse juntas como tiara, pero también pueden lucirse por separado, como broche o como diadema, dejándolo a la imaginación de la misma. Hay muchas leyendas sobre las mismas, pero se cree que fue hecha a mediados del siglo XIX y que pudo haber pertenecido a la gran duquesa Anastasia de Rusia, aunque esto nunca ha sido confirmado.
Tiara de esmeraldas
La tiara de esmeraldas fue encargada por Christian VIII, penúltimo monarca de la Casa de Oldenborg, como regalo de aniversario para su esposa, la reina Carolina Amelia. Está compuesta por 67 esmeraldas, muchas de las cuales habían sido parte de una colección adquirida por el rey Christian VI para la reina Sofía Magdalena y se complementa con, nada más y nada menos que 2.650 diamantes.
Es uno de los conjuntos más fastuosos de Margarita de Dinamarca, puesto que el color verde característico de las esmeraldas, combina a la perfección con un juego de pendientes, en la misma línea de diseño, un collar y un broche. Muchos expertos han intentado calcular su precio y aseguran que supera las siete cifras.
