Cualquier novedad relacionada con el mundo del vino la celebramos. Porque cualquier plan alrededor del vino nos gusta. Bodegas, nuevas añadas, nuevos vinos… Este tipo de noticias aquí no faltan. Esta vez toca hablar de un proyecto joven y original que tienes que conocer. Ukan Winery, el nuevo proyecto de Koldo Eguren, hijo del empresario Koldo Eguren Cendoya, en La Rioja Alavesa.
Koldo Eguren pertenece a la quinta generación de una familia bodeguera, por lo que era cuestión de tiempo que volviera la tierra en la que han trabajado todos los suyos. Y aquí surge su proyecto: «Una propuesta que reúne juventud, dinamismo y puesta en valor de la Rioja Alavesa a través del terruño, la artesanía y la toma de conciencia del potencial que ofrece la zona». Un proyecto que quiere enaltecer las viñas viejas de Laguardia.
Ukan Winery sigue con los valores del proyecto familiar pero lo hace con un toque contemporáneo. Porque los viñedos de su abuelo son cultivados al estilo californiano. Y es que en California Koldo Eguren ha pasado largas temporadas trabajando, lo que le ha aportado un nuevo punto de vista. «Viajar, mi estancia en California y dedicarme a diferentes sectores me ha enseñado que hay sinergias que nos pueden llevar por caminos inexplorados; que todo está en continuo cambio y movimiento. Mi padre, un emprendedor nato, nos ha enseñado a mis hermanos y a mí que siempre hay otra manera de hacer las cosas, a cuestionarnos que nada está escrito y que hay que reinventarse continuamente», ha explicado él mismo.
Ukan Winery surge como un garage winery, un término muy común en Estados Unidos. «Un espacio que da al vino lo que necesite y ponemos todos los medios al servicio de una elaboración cuidada y de calidad», explican. Un garage winery le da importancia a esas viñas antiguas o viejas, dándoles una nueva vida. Como es el caso de Ukan Winery.
De Ukan Winery -ukan, que significa ‘tener’ en euskera- nace Ukan 2019. Un vino fresco que reúne elegancia y equilibrio que nace de nueve hectáreas de este viñedo, 100% tempranillo y con una edad media de 60 años. «Un vino que renuncia a las herencias centenarias de la Rioja Alavesa», confirman. Un ejemplo de lo que supone Ukan Winery, este nuevo proyecto vinícola con la esencia de siempre y con una gran visión de futuro. Vinos sin prisa, pero con pausa.
