La voladura que hará pasar a esta población del carbón a un futuro más sostenible
Endesa avanza en el desmantelamiento de la central térmica litoral con la voladura de la chimenea de 200 metros de altura
La voladura de la chimenea de la Central Térmica Litoral ha provocado que deje de ser la imagen que ha acompañado al paisaje de Carboneras, en Almería, durante cuatro décadas.
El carbón que alimentaba a esta instalación dejó de alimentar la central de Endesa en 2021, momento en el que se puso en marcha su «deconstrucción», tal y como califican desde la empresa este proceso de desmantelamiento.
Y, realmente, el término deconstrucción, que muchos tenemos en la mente como el término culinario acuñado por Ferrán Adriá, puede interpretarse en este caso como una nueva forma de reconstruir una realidad aceptada para descubrir que seguirá produciendo energía, más limpia, e impacto social.
Seguir generando energía
Una vez que Endesa desconectó la central, inició su proceso de desmantelamiento y la elaboración de un plan de futuro para el entorno, para seguir generando energía y valor económico y social, acompañando en este proceso a la comarca y a sus trabajadores.
En Carboneras se ha pasado de la construcción a la producción de energía desde los 80. Y, casi 40 años después, se tuvo que aceptar la desconexión, el desmantelamiento, con una voladura de su chimenea de 200 metros. Ahora llega la hora de la reconstrucción social y material, mirando al futuro con esperanza, cambiando la energía del negro carbón a la de la brillante y pulcra de las renovables.
Endesa procedió esta semana a la voladura de la chimenea y de una de las estructuras metálicas de soporte de los conductos del absorbedor del Grupo 2 de la Central Térmica Litoral, «un paso más en el proceso de desmantelamiento de la instalación que culminará en 2025», indican desde la empresa.
El plan estratégico para el periodo 2024-2026 de Endesa reflejó que sigue apostando por las energías limpias y la descarbonización. Con la vista puesta en la eólica y la hidroeléctrica, refuerza su estrategia en las renovables para continuar en el camino de las energías limpias y el abandono de las térmicas y el carbón.
Retos técnicos
«Este proceso de deconstrucción que estamos llevando a cabo, no es un momento de despedida, sino el comienzo de una nueva etapa ilusionante que creará empleo y riqueza para la zona», resume Rafael Sánchez Durán, director general de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla quien ha presenciado en primera persona la estruendosa voladura.
«Este espacio que ahora ocupa la central se destinará a asegurar un futuro sostenible para Carboneras mediante proyectos de reindustrialización que mantengan el compromiso histórico de Endesa con este entorno», comenta Sánchez Durán.
Un evento histórico, una voladura controlada que «ha supuesto todo un reto a nivel técnico debido a las características de ambas infraestructuras». Para su realización ha sido necesario diseñar un procedimiento específico con el objetivo de garantizar condiciones absolutas de seguridad y efectivas de demolición.
Voladura compleja
«En el caso de la voladura de la chimenea el proceso ha sido aún más complejo -ha matizado – se han tenido en cuenta todas las variables como la dinámica de la voladura, su secuencia, dirección de caída, medidas mitigadoras de las afecciones, medidas de vibraciones y puesta en seguridad de todos los elementos y estructuras afectadas».
Para este cometido se han utilizado 151 kilos de explosivos y 380 detonadores electrónicos que han activado la carga de explosivo que se han colocado en la estructura mediante taladros distribuidos para dirigir la caída en la dirección planificada.
Criterios de economía circular
Ambas voladuras han producido alrededor de 13.000 toneladas de residuos (básicamente hormigón), que serán gestionados de acuerdo con la normativa medioambiental.
Estos residuos serán valorizados en obra aplicando criterios de economía circular para ser usados como material de relleno, previa caracterización para verificar su carácter inerte; en cuanto al residuo de hierro que constituía la armadura del hormigón armado y la estructura metálica, será objeto de valorización para su posterior uso.
Desmantelamiento quirúrgico
El cierre y desmantelamiento dejan atrás décadas de historias personales y de progreso para una comarca que ha visto que el quemar carbón no está en el plan de salud del planeta y de la humanidad.
Transformaciones necesarias que tienen en cuenta el medioambiente que van desde el dejar de emitir humos perjudiciales a un desmantelamiento casi quirúrgico, que aprovechará y reaprovechará los materiales, edificios y objetos para que sigan siendo útiles de otra manera.
Caso de estudio europeo
Endesa indica que el desmantelamiento, la demolición de todos los edificios y equipos de la central, se encuentra en un grado de ejecución del 42%, y supone una inversión de más de 83 millones de euros.
Desde el punto de vista medioambiental se está aplicando un sistema de demolición selectiva para segregar y caracterizar cada una de las más de 222.000 toneladas que conforman el volumen de la demolición.
Para reducir en todo lo posible las afecciones al entorno se ha implantado un plan de vigilancia ambiental con especial atención a las emisiones y vertidos durante la ejecución de los trabajos.
Recuperación de residuos
Todo este proceso está participando en un estudio europeo (ICEBERG – = Innovative Circular Economy Based solutions demonstrating the Efficient recovery of valuable material Resources from the Generation of representative EBM) en el que colaboran 35 empresas de 10 países diferentes y que tiene como objetivo el establecer una recuperación de residuos más precisa antes de que estos se produzcan.
El estudio se está realizando en seis ubicaciones repartidas por toda Europa, siendo el único en España el de la Central Térmica Litoral. En concreto se va a estudiar la valorización que se haga de los materiales de construcción del edificio de mantenimiento eléctrico formado por dos plantas de hormigón de 8 metros y una superficie construida de 402 m².
Valorización del 80%
Para ello, el primer proceso fue escanear el edificio en 2D. Una vez realizado este trabajo se ha llevado a cabo todo el proceso de desmantelamiento, aplicando los principios de demolición selectiva.
El estudio previo de los materiales del edificio ha permitido realizar una mejor segregación en origen y una mejor gestión de los residuos finales. El porcentaje de valorización de los residuos en el caso de estudio fue del 80% con una previsión de aumentar este valor hasta más del 90% al finalizar la gestión de todos los residuos. De este modo se confirma el éxito del estudio en el caso de Litoral.
Formación y empleo local
Actualmente, más de 200 profesionales están trabajando de forma directa en este proceso, el 75% procedente del entorno, mientras que se estima en casi 200 el empleo indirecto que se está generando tras lograr la licitación gracias a su oferta técnico-económica en la que se incluía una apuesta decidida por el mantenimiento del empleo local.
Con este objetivo Endesa ha promovido cursos de formación para capacitar a personas del entorno de la central en Prevención de Riesgos Laborales en trabajos de desmantelamiento y operación en instalaciones industriales.
Así mismo, se han llevado a cabo cursos de formación en Montadores de placas solares, y en Operación y Mantenimiento de instalaciones renovables, con el fin de abrir un futuro laboral en un sector en auge como en el de las energías renovables.
Inclusión laboral
La empresa destaca que en total se han impartido cerca de 1.000 horas de formación, de las que se han beneficiado 252 personas del entorno de la central, de hecho, un 87% procedía de Carboneras, de los cuales un 85% eran desempleados y un 25% mujeres.
De este modo se cumple el objetivo del convenio de formación de mejorar la empleabilidad del personal más directamente afectado por el cierre, que es personal de su entorno, y favorecer la inclusión laboral de las mujeres.
De estas personas que han recibido formación, 39 están trabajando en el desmantelamiento, es decir un 14% han conseguido un empleo cualificado en la actualidad con Endesa.
Donaciones de equipos
Otra de las iniciativas dentro del plan de Creación Valor Compartido que Endesa impulsa en el entorno del cierre de sus centrales, han sido las donaciones de equipos, mobiliario y ciertos elementos de la instalación que han quedado en buen uso tras el cierre de la central, y que están teniendo una segunda vida, reduciendo la cantidad de residuos generados y contribuyendo a la economía circular.
En total se han llegado a firmar un total de 10 acuerdos de cesión con entidades y organismos locales de diferente índole: centros educativos tanto de primaria como de secundaria y la propia Universidad de Almería; consorcio de Bomberos del Levante Almeriense; ayuntamiento y empresas locales entre otros. Así se han donado más de 1.000 elementos que ahora mismo están reviviendo en otras realidades fuera de la que fue su casa durante 40 años.
Proyectos innovadores
La Central Térmica Litoral, a lo largo de su vida, ha albergado proyectos innovadores como una planta de microalgas, la restauración de escombreras con especies autóctonas o el proyecto de almacenamiento de baterías, entre otras iniciativas.
Actualmente, estos proyectos se han trasladado para seguir activos. Es el caso de la planta de microalgas que se sigue encontrando en los terrenos de la central pero ampliando su espacio.