Tres cocodrilos para fabricar un bolso de Hermès: los animalistas lo denuncian en la Paris Fashion Week
Tres militantes de PETA protestaron contra el uso de pieles exóticas en los bolsos de lujo
La marca francesa necesita tres cocodrilos para fabricar un único bolso Birkin de su colección


La marca francesa de lujo Hermès ha sido de nuevo el blanco de los animalistas durante el desfile primavera/verano 2025 de la Semana de la Moda de París.
Tres militantes de PETA tomaron la pasarela portando camisetas con el mensaje Animals aren’t fabrics (Los animales no son telas) y pancartas que exigían «Hermès: stop a las pieles exóticas».
La protesta interrumpió brevemente el esperado espectáculo de la casa de lujo francesa, que había recreado un escenario que evocaba un taller artesanal en los cuarteles de la Guardia Republicana. Los equipos de seguridad retiraron rápidamente a las activistas de la sala, permitiendo que el desfile continuara sin mayores incidentes.
Acciones repetitivas
Esta acción representa el tercer desfile de moda perturbado por las entidades PETA durante esta temporada, tras las intervenciones en las pasarelas de Burberry en Londres y Christian Dior en París.
La organización de defensa de los derechos de los animales mantiene desde hace años una campaña sistemática contra el uso de pieles exóticas en la industria de la moda, particularmente dirigida contra Hermès, una de las marcas de lujo más emblemáticas del mundo conocida por sus exclusivos bolsos Birkin y Kelly fabricados con piel de cocodrilo, serpiente y otros reptiles.
La denuncia: el lado oscuro del lujo
La protesta de PETA se fundamenta en investigaciones que revelan las condiciones de los animales destinados a convertirse en artículos de lujo. Especialmente se recuerda en una del proyecto australiano Kindness Project realizada en granjas propiedad de Hermès, donde se muestran cocodrilos confinados en recintos estrechos y lúgubres, arrastrados, mutilados y apuñalados con destornilladores.
Una investigación más reciente de PETA Asia reveló que miles de cocodrilos criados para obtener su piel pasan su vida en estanques sucios y estrechos en una granja de Tailandia.
Tres cocodrilos, un bolso
La organización señala que se necesitan dos o tres cocodrilos jóvenes para fabricar un solo bolso Birkin de Hermès. PETA también destaca que las madres cocodrilo son animales dedicados que escuchan a sus crías mientras aún están en los huevos y las transportan delicadamente en sus bocas para protegerlas.
Esta realidad contrasta dramáticamente con el destino que les espera en las granjas de pieles exóticas, donde son sacrificados para satisfacer la demanda de accesorios de lujo que pueden costar decenas de miles de euros.
Una campaña internacional persistente
PETA se convirtió en accionista de Hermès en 2015, al comprar una acción de la compañía, después de exponer la crueldad en granjas de reptiles en Texas y Zimbabue que suministraban a una instalación donde se curtían pieles propiedad de la marca.
Desde entonces, la organización ha mantenido una presión constante sobre la compañía mediante múltiples estrategias: desde intervenciones en juntas de accionistas hasta protestas frente a tiendas emblemáticas y la interrupción de desfiles en las principales semanas de la moda del mundo.
Accionista en una marca de lujo
PETA adopta un enfoque que combina la confrontación directa con estrategias corporativas: se convierten en accionistas de las empresas para poder asistir a juntas generales anuales y hablar directamente con los directores ejecutivos.
Este método ha obtenido resultados significativos en la industria. Marcas como Chanel, Giorgio Armani, Gucci, Saint Laurent, Versace y Valentino han anunciado que ya no utilizarán pieles en sus diseños.
Sin embargo, Hermès mantiene su posición. La firma francesa continúa defendiendo el uso de pieles exóticas como parte de su herencia artesanal y su filosofía de lujo exclusivo, argumentando que trabaja con granjas certificadas que cumplen estándares de bienestar animal.
El activismo de PETA: más allá de las pasarelas
People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) es una organización internacional fundada en 1980 con sede en Norfolk, Virginia. Su eslogan es «los animales no son nuestros para comer, vestir, experimentar o usar para entretenimiento», y se centra en cuatro cuestiones básicas: granjas industriales, granjas peleteras, experimentación con animales y el uso de animales como entretenimiento.
PETA Francia organiza jornadas de acción nacional donde activistas protestan frente a tiendas por toda Francia exigiendo el fin de la venta de pieles. Sus campañas incluyen desde protestas en corridas de toros hasta manifestaciones contra parques marinos que mantienen orcas en cautiverio.
Presión social y gubernamental
La organización también desarrolla investigaciones encubiertas, ejerce presión ante gobiernos y desarrolla campañas de sensibilización pública que a menudo involucran a celebridades comprometidas con la causa animal.
Con más de 40 años de activismo, PETA ha logrado cambios significativos en múltiples industrias, aunque sus métodos directos y confrontativos continúan generando tanto apoyo como controversia en el debate sobre los derechos de los animales y la ética en el consumo.