Contaminación

Nueve propuestas para conseguir que la moda consiga ser sostenible y regenerativa

Slow Fashion Next avanza el camino a recorrer para alcanzar una moda reconciliada con el planeta

Moda sostenible
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

En un contexto marcado por crecientes desafíos ambientales y sociales, Slow Fashion Next presenta su informe Moda y Sostenibilidad 2025: 9 Propuestas para Re-evolucionar el Sector en Positivo y caminar hacia un modelo más sostenible y regenerativo.

Se trata de «una hoja de ruta que invita a todos los actores de la industria a liderar un cambio estructural basado en la circularidad, la innovación y la responsabilidad compartida», según los impulsores de la plataforma.

Moda y petróleo

El equipo de Slow Fashion Next ha elaborado un documento en el que destaca «la necesidad urgente de transitar hacia un modelo más transparente, colaborativo y eficiente, capaz de reducir la huella ambiental y fortalecer el tejido social y económico».

En él se detallan nueve ejes estratégicos que abordan desde la implementación de tecnologías de trazabilidad hasta el impulso de legislación verde que incentive una transición justa.

Todo ello en un contexto que nos ha dejado un 2024 en el que hemos superado los 1,5 °C de temperatura global con la responsabilidad de industrias como la de la moda. En este sentido, desde la plataforma se destaca que «de los 124 millones de toneladas de materiales textiles utilizados, casi el 70% son fibras sintéticas derivadas del petróleo».

telas fábrica

Un cambio posible

Los impulsores del informe lanzan la pregunta de si «seguiremos vistiendo el futuro con modelos del pasado o nos atreveremos a cambiar». Avanzan que «el cambio es posible, y estas nueve propuestas son el mapa para hacerlo realidad».

Slow Fashion Next avanza que para el futuro «la pregunta clave ya no es solo qué vamos a hacer, sino cómo lo haremos y con quién. En este contexto de crisis ambiental, la Unión Europea ha establecido un marco legislativo más ambicioso que nunca, con regulaciones sobre trazabilidad, reciclaje y diseño sostenible».

Destacan que «para algunos actores, estas normativas pueden parecer obstáculos burocráticos. Sin embargo, para quienes entienden que la sostenibilidad es la nueva base de la competitividad, estas medidas son una oportunidad de oro para transformar el sector en positivo».

Pasaporte digital

El pasaporte digital de producto es un ejemplo de cómo la tecnología puede aportar transparencia a toda la cadena de valor de la moda para ser más sostenible. Imagina un ecosistema donde cada prenda cuente su historia, desde el origen de sus materiales hasta los procesos de producción y su futuro reciclaje.

«Este nivel de trazabilidad puede ser la llave para recuperar la confianza del consumidor en un mercado saturado de discursos vacíos», apuntan desde Slow Fashion Next.

No obstante, apuntan a que la digitalización debe gestionarse con responsabilidad: los sistemas tecnológicos también emiten CO₂, y cada innovación debe ser evaluada bajo un prisma de eficiencia energética y propósito.

9 Propuestas Slow Fashion Next
Las nueve propuestas de Slow Fashion Next para una moda sostenible

Consumo ultrarrápido

Pero la transformación de la industria no se limita al ámbito digital. La competencia global sigue marcando el ritmo. Gigantes asiáticos como Shein, Temu y la emergente Hacoo han popularizado un modelo de consumo ultrarápido basado en un ciclo de renovación constante y precios imbatibles.

Sin embargo, esta dinámica está dejando a su paso un rastro insostenible de residuos y explotación de recursos. Mientras tanto, países como India apuestan por materiales regenerativos, como el cáñamo, que requieren menos agua, regeneran los suelos y reducen la dependencia de fibras sintéticas.

Esta iniciativa de encaminarse a la moda sostenible no sólo impulsa la economía local, sino que también muestra un camino hacia la diversificación de la materia prima a nivel global.

Un enfoque integral y colaborativo

Las propuestas para una moda sostenible y regenerativa, estructuradas para abarcar todos los eslabones de la cadena de valor, buscan fomentar una transformación positiva y viable. Algunos de los puntos clave son:

  • Trazabilidad y pasaporte digital de producto: Una herramienta esencial para garantizar transparencia en la cadena de suministro y proporcionar información detallada al consumidor final.
  • Economía circular y recogida selectiva de residuos textiles: La obligatoriedad de la recogida textil municipal en 2025 representa una oportunidad para cerrar el ciclo y reducir el desperdicio.
  • Circuitos cortos de producción: Fomentar la producción local y la logística verde para reducir la huella de carbono y dinamizar las economías locales.
  • Materia prima regenerativa: Promover el uso de fibras sostenibles que no solo eviten daños, sino que contribuyan a la restauración de los ecosistemas.
  • Formación y talento verde: Impulsar la capacitación en competencias sostenibles para profesionales de toda la cadena de valor, desde diseñadores hasta operarios y distribuidores.

Normativas y cambio cultural

El informe también aborda el marco legislativo europeo y español, destacando la importancia de medidas como la Directiva de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) y el Pasaporte Digital de Producto, cuyo objetivo es reforzar la trazabilidad y fomentar una economía circular.

Así mismo, se enfatiza la necesidad de fomentar un cambio de mentalidad en el sector, apostando por el ecodiseño, la calidad y la durabilidad emocional como ejes de diferenciación y fidelización del consumidor.

«Transformar la industria textil y de la moda requiere un enfoque integral que combine innovación tecnológica, capacitación y políticas públicas efectivas», señala Gema Gómez, directora de Slow Fashion Next. «Cada actor, desde los productores hasta los consumidores, tiene un papel fundamental en este proceso», apunta Gómez.