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Multa de 1.500 euros por dar de comer a las palomas en la calle en Santa Cruz de Tenerife

El alcalde avisa que "estos hechos no pueden pasar desapercibidos" y que seguirán multando a quienes den de comer a animales en la vía pública

Dar de comer a las palomas en las vías públicas está prohibido en toda España

paloma
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través del área de Planificación Estratégica, Sostenibilidad Ambiental y Servicios Públicos, ha iniciado un procedimiento sancionador, una multa, a una mujer por dar de comer a las palomas.

Este hecho, que ya realizó en reiteradas ocasiones, está considerado como una infracción de la Ordenanza Municipal Reguladora de la Protección y Tenencia de Animales de la ciudad, que contempla este gesto de dar de comer a las palomas en vía pública como una infracción administrativa de carácter grave y es sancionada con una cuantía de hasta 1.500 euros.

El alcalde, José Manuel Bermúdez, comenta en una nota que «estos hechos no pueden pasar desapercibidos», por eso desde el consistorio se va a seguir sancionando a personas que den de comer a los animales en la vía pública.

«Un simple hecho como este puede acarrear problemas de salud pública y nuestra responsabilidad como gestores de la ciudad es impedir que eso ocurra», detalla.

Un gesto reincidente

Por su parte, el concejal de Planificación Estratégica, Sostenibilidad Ambiental y Servicios Públicos, Carlos Tarife, ha explicado que «los hechos se repiten con frecuencia por parte de esta mujer que se niega, dicho por ella, a cambiar su comportamiento, y que porta bolsas de plástico con una gran cantidad de arroz que tira al suelo para alimentar a las palomas».

Además, añade Tarife que «hay que sancionar a estas personas que alimentan a las palomas porque es un acto que altera la salubridad y el equilibrio natural de la ciudad por la aparición de una mayor cantidad de excrementos, por ejemplo, o de otros animales como son los roedores».

De ahí, indica, «nuestros esfuerzos para que la población no deje basura fuera de los contenedores y para que no alimente a las palomas».

La Ordenanza Municipal Reguladora de la Protección y Tenencia de Animales de la ciudad prohíbe proporcionar alimentación de cualquier tipo y manera sin la autorización administrativa correspondiente, a cualquier animal que se encuentre en las vías o espacios públicos, o que haya accedido a una propiedad privada.

Riesgo sanitario

En España está prohibido dar de comer a las palomas y los ayuntamientos, alegando daño a los edificios, monumentos, problemas de sanidad o quejas vecinales, comenzaron a aplicar la medida de multar a aquellos que las alimentaran.

Pero es evidente que las palomas ya son una plaga en muchas zonas y brindarles en bandeja la comida facilita su supervivencia, genera la proliferación y la llegada de un mayor número de ejemplares y se incrementa la posibilidad de que los humanos contraigan enfermedades.

Ante este gesto que parece inofensivo y que puede ser como un acto de ayuda a estos animales, el dar de comer a las palomas conlleva ciertos riesgos para la salud. Las palomas transportan enfermedades como la histoplasmosis, la salmonelosis y la criptococosis, que se añaden a las transmitidas por cucarachas, ratas y otros insectos.

Chinches, virus y bacterias

De la misma manera, las palomas son portadoras de parásitos externos como chinches y garrapatas que se adhieren a ellas entre sus plumas.

Mayoritariamente, en los excrementos y en los nidos de estas aves se acumulan virus, bacterias y hongos perjudiciales para la salud, como alergias y hasta problemas respiratorios graves.

El aumento de las poblaciones de palomas incluso se transforma en plaga en ciertos lugares con importantes perjuicios económicos. Sus nidos y sus excrementos provocan daños en las estructuras de los edificios, en el mobiliario urbano público o en las aceras que hay que retirar y limpiar continuamente con un coste muy elevado.

Daños en la Puerta de Alcalá

Como ejemplo de daños a los edificios y monumentos está la reciente restauración de la madrileña Puerta de Alcalá que se veía muy afectada también por las palomas.

Halcón águilas Puerta Alcalá
Tras una fase de tratamiento de choque, para la que se prevé una duración de seis meses, se valorará la eficacia de este sistema para ahuyentar a las palomas

Para evitar su deterioro tras la renovación del monumento el Ayuntamiento de Madrid está utilizando un halcón y dos águilas que sobrevuelan la Puerta de Alcalá para ahuyentar a las palomas y otras aves y así ayudar a conservar mejor este monumento icónico de la capital de España.

La medida se puso en marcha tras analizar las patologías que han afectado durante su restauración en la que se detectó que su problema más importante era el que produce la colonización de aves, principalmente palomas.