Francia prohíbe y multa poner el nombre de «jamón» o «filete» a productos de origen vegetal
El gobierno francés decreta la prohibición de etiquetar y denominar ciertos productos vegetales como los cárnicos
El Gobierno francés ha publicado un decreto que prohíbe los términos «jamón», «filete» y «entrecot», entre otros, para denominar productos de origen vegetal, al reservarlos únicamente a los cárnicos. Además, otros términos como «escalope», y «costilla de primera» tampoco podrán seguir utilizándose en el país galo.
La medida, que también incluye sanciones de 1.500 euros para los particulares y 7.500 euros para las empresas, determina que el uso de términos tradicionalmente asociados a la carne en las etiquetas de los productos vegetarianos queda vetado.
Sin embargo, en el decreto se exonera a ciertos productos que contienen una cantidad mínima de ingredientes de origen vegetal en sus etiquetas, entre ellos la salchicha merguez, un producto parecido al chorizo, o el cordon bleu.
Reclamación de la industria cárnica
Este decreto responde a las quejas de la industria cárnica ante la profusión de alternativas vegetarianas a los productos alimenticios basados en la carne. Los productores consideraron que denominaciones como «jamón vegetal» o «salchicha vegana» podía generar confusión entre los consumidores.
La norma fija una lista de términos que no podrán utilizarse a partir de ahora para designar alimentos que contengan proteínas vegetales y otra de denominaciones para llamar a los de origen animal «que pueden contener proteínas vegetales» como complemento, estableciendo la proporción máxima de componentes de esa última clase que pueden incluir.
En la relación de productos que sí pueden incluir una proporción regulada de proteína vegetal aparecen términos como «bacon», «chorizo», «cordon bleu», «paté» o «salchicha».
De este modo, los porcentajes máximos que aparecen contemplados oscilan entre el 0,50 % para muchos productos, hasta un 6 % de proporción máxima de proteína vegetal.
Segundo intento
Este decreto del gobierno francés por prohibir estas denominaciones, que tuvo su primer intento en 2022, entrará en vigor dentro de tres meses y prevé un año de transición para liquidar existencias.
El debate de la «carne de origen vegetal «nos es nuevo, ya que en Europa, en 2020, la Eurocámara rechazó una enmienda que quería limitar los términos «hamburguesa», «salchicha», «filete», «escalope» y «burger» a los productos cárnicos. Si esta medida hubiera salido adelante, el Parlamento Europeo habría tenido que negociar con los Estados miembros la modificación de todos los nombres de los productos vegetales.
El rechazo de esta prohibición por parte de la UE choca con la decisión del gobierno de Macron, una negativa que significó una victoria para todos los ecologistas y una gran derrota para el sector de la carne, según los medioambientalistas.
La enmienda había sido aprobada previamente en la comisión de Agricultura de la Eurocámara y había generado una gran polémica entre organizaciones ecologistas y el lobby del sector cárnico.
Hamburguesas veggie en España
También en Estados Unidos, un tribunal federal suspendió en 2019 una ley del estado de Arkansas que prohibía usar las palabras «carne», pero también «salchicha», «asado» o «hamburguesa», en el etiquetado de todos estos productos elaborados a partir de proteína vegetal, incluso en el caso de que estuvieran acompañados por otros términos como vegetariano, a base de vegetales o vegano.
Sin embargo, en España se siguen comercializando productos con ingredientes 100% vegetales con denominaciones aparejadas a los cárnicos como las hamburguesas veggie, carne picada, filete vegano o el chorizo vegetal.
Huella ecológica
En el trasfondo del debate también está la huella ecológica que produce la industria cárnica, uno de los argumentos de los ecologistas que reclaman una agricultura y una ganadería más sostenibles huyendo de las explotaciones intensivas por la gran cantidad de recursos que implican.
En este sentido, recientemente se ha conocido por primera vez la huella de carbono y la huella hídrica de la cadena de producción de la carne de vacuno española gracias a un informe científico que arroja luz sobre el impacto medioambiental del sector.
Un hito que se desprende del primer estudio Evaluación del impacto ambiental de las cadenas de producción de carne de vacuno que integran sistemas de pastoreo y sin tierra, publicado en la revista internacional Animal.
El trabajo, realizado por científicos españoles de la Universidad Politécnica de Valencia y desveló cuánto CO₂ se emite y cuántos litros de agua se necesitan para obtener un kilo de carne de vacuno español.
Los resultados fueron llamativos porque muestran de forma detallada los datos de toda la cadena de valor del sector y desecha, en clave nacional, muchos estereotipos acerca del impacto de la carne en el medioambiente.