Animales

España prepara una ley para proteger los 140 grandes simios que viven en cautividad

El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 está impulsando la elaboración del Anteproyecto de Ley de Grandes Simios

Grandes simios
La ley pretende proteger a chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Según el Instituto Jane Goodall España en nuestro país existen más de 140 grandes simios en cautividad en zoos y centros de rescates, unos Homínidos que viven en una desprotección jurídica que el Gobierno de España está tratando de resolver.

Estos animales viven en cautividad «producto de confiscaciones a particulares o del tráfico ilegal, entregas voluntarias, antiguas importaciones legales, intercambios entre zoos o de la reproducción en cautiverio en estos últimos», explica el instituto.

Anteproyecto de Ley

Su protección está actualmente en trámite a través de la elaboración del Anteproyecto de Ley de Grandes Simios, una norma que sería pionera en el mundo, y que ha sido impulsada a través del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.

Hasta 1997, la ciencia clasificaba los grandes simios por comparación anatómica, distinguiendo entre Hilobatinos (gibones), Póngidos (chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes) y Homínido (homo sapiens).

Sin embargo, la evolución científica ha permitido demostrar que la genética resulta más eficaz que la simple comparación de rasgos físicos a la hora de establecer parentescos entre los grandes simios.

Equiparación con los humanos

Así, tras la décima reunión de la Conferencia de las Partes de Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, se decidió eliminar la familia de los Póngidos y a sus miembros (los grandes simios), e incluirlos en la familia de los Homínidos, junto a los humanos y sus ancestros extinguidos.

Es decir, se equiparaba a los humanos con los grandes simios, ya que esta decisión, aceptada por toda la comunidad científica, resulta de gran importancia al poner a estos seres al mismo nivel que nuestros antepasados, los homo erectus, homo habilis, australopithecus, etc.

Atributos de los simios

Por otra parte, la ciencia también ha demostrado que los grandes simios no son sólo seres sintientes, sino que disponen de capacidades cognitivas como el aprendizaje, la comunicación o al razonamiento complejo que les acercan a las de los seres humanos.

Además, en un plano superior al de otros mamíferos, los grandes simios parecen estar dotados de autoconciencia y de intencionalidad en la toma de decisiones, hasta el punto de que comparten los quince atributos que en su día el bioético Joseph Fletcher estableció para definir la personalidad humana.

Estos atributos clasificados por Fletcher van desde la inteligencia mínima, pasando por otras características como la  autoconciencia, el autocontrol, el sentido del futuro y del pasado, la capacidad para relacionarse con otros congéneres, preocupación y cuidado por otros individuos, equilibrio de razón y sentimientos, idiosincrasia y actividad del neocórtex.

Chimpancés
La ciencia también ha demostrado que los grandes simios no son sólo seres sintientes, sino que disponen de capacidades cognitivas como el aprendizaje

Seres sintientes

El actual marco jurídico, que regula los animales ha venido a reconocer, con la reforma del Código Civil introducida que los animales son seres sintientes, recogiendo así el principio establecido en el artículo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que exige que los Estados respeten las exigencias en materia de bienestar de los animales como «seres sensibles».

Así pues, concluye el ministerio, que «tanto por su condición de seres sintientes como por su proximidad genética a nuestra especie y su alto grado de evolución, se hace necesaria una protección especial para este grupo de grandes primates».

Con estos argumentos, el pasado el 31 de julio terminó la consulta pública para que asociaciones y ciudadanos pudieran aportar sus propuestas para la elaboración de este anteproyecto para la Ley de Grandes Simios, un trámite que se alargará todavía en el tiempo, pero que para las asociaciones significa un gran paso.

Cubrir un vacío

Pero, ¿por qué se impulsa esta norma? Para el ministerio, esta ley viene a cubrir un vacío, ya que «no existen alternativas no regulatorias para solucionar los problemas planteados».

La norma presenta los siguientes objetivos en relación con los grandes simios, como establecer la prohibición expresa de experimentación o investigación cuando ello pueda producirles daños y no redunde en su beneficio.

También fija como pretensión el establecer «unas condiciones muy rigurosas, siempre en ambientes óptimos para su desarrollo, para su tenencia o custodia, en todo caso con propósito de conservación».

Además, quiere prohibir la utilización de los grandes simios «con fines comerciales o en cualquier tipo de espectáculos que menoscaben su dignidad».

Sin reglas claras

Según la Fundació Mona, dicha legislación regulará varias problemáticas, ya que en España «no hay reglas claras para proteger a los grandes simios, no existen leyes específicas que digan cómo debemos cuidar y proteger a los grandes simios».

Además, apunta la entidad otros problemas como que «las reglas para tener grandes simios en cautiverio no son adecuadas, no son suficientes ni están actualizadas y faltan herramientas legales para cumplir con promesas internacionales».

Mono cautiverio
Entidades como el Instituto Jane Goodall reclaman que esta ley tenga como uno de sus fines poner fin al cautiverio de los grandes simios

Poner fin al cautiverio

El Instituto Jane Goodall España ha hecho públicas sus 16 propuestas que se pueden consultar en su página web, como el fin de los programas de reproducción en cautividad en España, «debido a la inviabilidad de la reintroducción de estos individuos en sus hábitats naturales y a que estos programas, con el argumento de mantener un pool genético, suelen cronificar las condiciones de cautividad durante generaciones simplemente para mantener un stock de animales que ofrecer a los visitantes».

También propone el fin de la cautividad de los grandes simios a largo plazo, «con la excepción de aquellos que eventualmente sean confiscados y recuperados del tráfico ilegal o de la tenencia de particulares y llevados a centros de rehabilitación apropiados, y que no puedan ser reintroducidos en su hábitat natural».

Expertos independientes

Aboga el instituto por la creación de «un comité de expertos independientes encargado de definir y monitorizar los índices de bienestar animal de obligado cumplimiento por parte de cualquier zoológico o centro de rescate con tenencia de grandes simios en España».

Cabe recordar que el Instituto Jane Goodall (IJG) es una organización global sin fines de lucro, fundada en 1977 por la célebre etóloga, la Dra. Goodall, que tiene como misión: «Comprender y proteger a los chimpancés, así como a otros grandes simios (tanto en estado salvaje como en cautividad) y sus hábitats, e inspirar y empoderar a las personas para hacer del mundo un lugar mejor para los animales y los humanos, en un medioambiente saludable».