Canadá se convierte en el cuarto emisor mundial de carbono a causa de sus incendios de 2023
El país norteamericano se coloca por detrás de China, Estados Unidos e India en emisiones de CO2, según un estudio de la revista Nature
Los incendios forestales récord que sufrió Canadá durante el año 2023 produjeron más emisiones de carbono que la quema de combustibles fósiles en todos los países, según un estudio publicado en la revista Nature.
Tan sólo hay que recordar cómo en julio del año pasado el humo de los incendios de Canadá llegaron hasta Madrid tras dejarse sentir en los cielos de Zamora y Galicia.
Las partículas en suspensión producidas por los fuegos del país canadiense cruzaron el océano Atlántico, llegando a Portugal y España en forma de una gran nube y que incluso podía notarse en el aire el olor a quemado.
Cuarto emisor mundial
Tras estos incendios, Canadá, se convierte así en el cuarto emisor mundial de carbono a causa de estas catástrofes. Tan sólo China, Estados Unidos e India produjeron más emisiones de carbono que los terribles incendios canadienses acontecidos durante el año pasado, un año negro para los bosques canadienses.
El estudio, titulado, Carbon emissions from the 2023 Canadian wildfires, (Emisiones de carbono de los incendios forestales canadienses de 2023), da como conclusión que los incendios en Canadá «emitieron a la atmósfera más sustancias contaminantes (como el C02) que las emisiones anuales de combustibles fósiles de siete de los diez países que más contaminan la Tierra. Sólo China, India y Estados Unidos emitieron más CO₂ que los miles de fuegos que se registraron en los bosques canadienses durante el 2023».
Millones de hectáreas quemadas
Las temperaturas inusualmente altas y una sequía ayudaron a alimentar la peor temporada con miles de incendios forestales en la historia del país, quemando 15 millones de hectáreas de tierra, un área aproximadamente el doble que la Comunidad Autónoma de Andalucía. Para hacernos una idea, el fuego destruyó en España 89.068 hectáreas durante el 2023.
«Encontramos que la magnitud de las emisiones de carbono es de 647 TgC (570–727 TgC), comparable a las emisiones anuales de combustibles fósiles de grandes naciones, con sólo India, China y los EE. UU. liberando más carbono por año», concluyen los autores del estudio.
Para realizar el estudio sobre las emisiones de carbono de los incendios de Canadá se rastrearon desde el espacio «utilizando enfoques de abajo a arriba y de arriba a abajo. Los enfoques de abajo a arriba utilizan observaciones satelitales para rastrear la actividad de los incendios».
Sumidero de carbono
Los bosques canadienses cubren una vasta área de casi 362 millones de hectáreas, lo que equivale al 8,5 % de la superficie forestal mundial y son un importante sumidero de carbono, ya que absorben dióxido de carbono fósil (CO2) de la atmósfera y desaceleran el ritmo del calentamiento climático.
«Sin embargo, el cambio climático está aumentando la actividad de los incendios forestales, actuando para suprimir la capacidad de absorción de carbono de estos bosques», reseñan los autores del estudio.
Preocupación científica
Los científicos están preocupados porque la quema excepcional del bosque boreal de Canadá pueda afectar las proyecciones del cambio climático global, ya que los bosques juegan un papel importante en la captura de carbono que calienta el planeta.
Otro estudio de Nature Ecology & Evolution ha llegado a advertir que la frecuencia y magnitud de los incendios forestales extremos a nivel global parecen haberse duplicado en los últimos 20 años, siendo los 6 más dramáticos los transcurridos desde 2017.
El futuro que nos espera
Aunque las temperaturas fueron extremas en relación con el registro histórico, las proyecciones climáticas indican, según los autores del estudio, «que es probable que estas temperaturas sean típicas durante la década de 2050, incluso en un escenario de mitigación climática moderada
Es probable que estas condiciones provoquen un aumento de la actividad de incendios y repriman la absorción de carbono por los bosques canadienses, lo que aumentará las preocupaciones sobre la durabilidad a largo plazo de estos bosques como sumidero de carbono.