Alerta europea: El 94 % del agua potable y el 63 % del agua embotellada está contaminada por pesticidas
Un nuevo estudio arroja que el 94 % de 36 muestras de agua del grifo de once países analizados contiene el metabolito TFA
Un estudio elaborado y presentado este miércoles por la Red de Acción Europea contra los Plaguicidas (PAN Europa) revela una nueva alerta por contaminación de pesticidas en el agua superficial y subterránea en la UE.
El resultado de estos análisis, realizados entre abril y junio de 2024 en once países, muestra la preocupante presencia de químicos eternos en el agua potable, de manantial o embotellada, es decir, de contaminación por pesticidas.
Tras recopilar 55 muestras en Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Alemania, Hungría, Luxemburgo, Países Bajos, España y Suecia, la conclusión es que en un gran porcentaje de las mismas se ha encontrado TFA (ácido trifluoroacético), un derivado de los llamados «químicos eternos» o sustancias perfluoroalquiladas (PFAS).
Este estudio se complementa con otros análisis realizados por Pan Europe que en mayo detectó «niveles alarmantes» de TFA en aguas superficiales y subterráneas.
Agua en España
En concreto, en los últimos muestreos el 94 % del agua potable corriente de la UE y el 63 % del agua de manantial o embotellada contiene TFA o PFAS, sustancias presentes en numerosos productos, incluidos los pesticidas y los gases fluorados utilizados en refrigerantes y extintores.
«Necesitamos una prohibición inmediata de los pesticidas con PFAS y de los gases fluorados basado en el principio de precaución», ha advertido en rueda de prensa el químico austríaco de Amigos de la Tierra Helmut Burtscher-Schaden.
El nuevo estudio arroja que el 94 % de 36 muestras de agua del grifo de once países analizados contiene el metabolito TFA, con un nivel promedio de 740 nanogramos por litro (ng/L). En el caso de España, la muestra analizada proviene de La Rioja y arroja un nivel de 510 ng/L.
Por otro lado, la media para el 63 % de 19 muestras de aguas minerales o de manantial embotelladas estudiadas se sitúa en 278 ng/L, si bien los umbrales oscilan sensiblemente en ambas categorías.
En el agua potable
«El análisis de otros 24 PFAS en cuatro muestras compuestas confirmó que el TFA es el contaminante PFAS predominante en el agua potable», agrega el análisis, que indica que existen «pocos estudios disponibles sobre la toxicidad del TFA, lo que hace que la evaluación de riesgos sea un desafío», añaden desde por PAN Europa.
Los autores del estudio sugieren aplicar el principio de precaución con un límite «de 100 ng/L para metabolitos relevantes, según la regulación de pesticidas de la Unión Europea» para sustancias antropogénicas no evaluadas, es decir, sustancias producidas por la acción del hombre.
Sin valores límite
Sin embargo, como la legislación europea no considera le TFA un «metabolito relevante», no se han establecido esos valores límite y se ha «abierto la puerta a la contaminación cada vez más extendida de nuestros recursos hídricos con este químico de origen humano», explican desde la entidad.
«Actualmente, sólo un tipo de PFAS (acido perfluorooctanosulfónico o PFO) está regulada a nivel comunitario y sólo en aguas superficiales», señaló la experta en prevención de la contaminación del agua de la ONG Oficina Europea del Medioambiente (EEB, por sus siglas en inglés), Sara Johansson.
Más estudios
La Red de Acción Europea contra los Plaguicidas recuerda que en la UE hay aprobados 37 pesticidas con PFAS, pero sus expertos indican que «la evaluación de riesgo no es una ciencia exacta», señalan que hacen falta más estudios para determinar su peligrosidad exacta y abogan por aplicar el principio de precaución.
Por ahora, sólo está previsto que en 2026 entre en vigor un valor límite estándar para el total de las PFAS de 500 ng/L en agua potable, pero la situación podría cambiar con la revisión en curso de la Directiva Marco de Agua, que terminarán de negociar el próximo otoño la Eurocámara, la Comisión Europea y el Consejo de la UE, si bien los gobiernos son libres actualmente para fijar medidas nacionales e intentar limitar ese tipo de contaminación en sus recursos hídricos.
En el marco de esa negociación, el Parlamento Europeo pide a la Comisión que elabore en un plan de vigilancia de todas las PFAS en aguas superficiales y subterráneas.
Qué son las PFAS
Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés) son un grupo de más de 4.700 agentes químicos sintéticos, ampliamente utilizados, que se acumulan a lo largo del tiempo en los seres humanos y en el medioambiente.
Se conocen como los químicos eternos porque son extraordinariamente persistentes en el medioambiente y en nuestros cuerpos. Pueden provocar problemas de salud como daños hepáticos, enfermedad tiroidea, obesidad, problemas de fertilidad y cáncer.
Momento crucial
Europa está ante un momento crucial para aumentar la restricción de químicos en las aguas, impulsando la protección de ríos, acuíferos, lagos y embalses para que tengan la calidad suficiente, liberándolas de PFAS y pesticidas, en definitiva, para que el agua que bebemos sea más segura y no dañe nuestra salud.
Un total de 25 organizaciones de la sociedad civil europea, encabezadas por PAN Europe, dirigieron una carta a los Representantes Permanentes de la UE expresando su «profunda preocupación» por los intentos actuales de debilitar la propuesta de la Comisión Europea de reducir el nivel de presencia de sustancias tóxicas en las aguas, para mejorar la defensa de la salud de los ciudadanos.
Cambios en la normativa
En este sentido, en una entrevista concedida a OKGREEN, Carlos de Prada, Premio Global 500 de la ONU, Premio Nacional de Medio Ambiente y director de la iniciativa Hogar sin Tóxicos, afirmaba que Europa podría relajar el control y permitir la presencia de más PFAS y pesticidas en el agua del grifo.
En marzo de 2023, Hogar sin tóxicos alertó de que España, aprovechando la presidencia de turno de la UE, introdujo una serie de sugerencias que van en sentido completamente contrario: eliminar el umbral máximo de contaminación de pesticidas en agua superficial y multiplicar por 20 la cantidad de PFAS permitidos en agua subterránea.