Pasa por ser una de las furgonetas más robustas de la historia y encima es ‘made in Spain’

La Citröen C15 es una de las furgonetas que con el paso de los años ha gozado de mayor fama. Ser tan bien considerada no es algo que podamos decir que ha sido fruto de la casualidad, pues se lo ha ganado por méritos propios.

Breve repaso por la historia de la Citröen C15

La furgoneta gala fue ensamblada en la factoría viguesa entre los años 1984 y 2005, llegando a producirse cerca de un millón doscientas mil unidades. Las frías cifras, lo cierto es que parecen esconder la fiabilidad y grandes avances en el apartado técnico de un modelo de lo más confiable.

El modelo cuenta con un aire mítico para los muchos amantes y que la siguen usando en su día a día. Conviene no olvidar que existen hasta clubes de aficionados a este modelo.

El nombre con el que se bautizó es debido al PMA (Peso Máximo Autorizado), que era de 1.500 kg.

Las 1,5 toneladas terminaron dando origen a la denominación C15. Este modelo llamaba la atención, entre otros muchos aspectos, por su velocidad, llegando a ser de las que más velocidad alcanzaba, puesto que llega a 140 km/h.

Un año después de su lanzamiento, pasó a incorporar un motor diésel, siendo de los pioneros en los utilitarios ligeros.

Esta furgoneta aterrizó en Vigo repleta de innovación y éxito. El vehículo, al final no era más que un modelo comercial que derivaba del Citroën Visa, siendo el pionero en el que la fábrica pasó a asumir el rol de Centro Piloto, por lo que estuvo muy presente a la hora de desarrollarla y diseñarla.

Un gran trabajo que dio grandes resultados

La C15 fue el primer modelo de la fábrica que superó la barrera del millón de unidades producidas. Por su gran demanda, comenzó también a trabajar por vez primera el turno de noche en el taller de soldadura de carrocería en Vigo.

Una furgoneta resistente y sólida

La gran reputación de solidez y resistencia hicieron de ella un modelo estrella en el segmento, algo en lo que también tuvo gran incidencia el contar con motor diésel con el que aumentaron las ventas.

La C15 terminó provocando que la producción de vehículos comerciales adquiriese un peso histórico importante en Vigo, la cual ya disponía de gran experiencia en esta clase de automóviles con la furgoneta que provenía del 2CV.

A ello ayudó el progreso del Centro y del tejido industrial por parte de las empresas proveedoras, además del lanzamiento mundial de las siguientes generaciones de la marca.

No es algo casual que el primer vehículo eléctrico vendido de la marca fuese una versión del Citroën C15, la cual fue probada en las calles de Bruselas de 1987 y fue puesta a la venta un par de años después.

Fueron producidas 402 unidades de esta furgoneta que tenía un modelo de 13 CV de potencia nominal acoplado a una caja de cambios y que disponía de hasta 100 km.

El problema más importante eran las dimensiones y el propio de las baterías, que hacían que se perdiese la carga y se doblara el peso.  El precursor de los modelos eléctricos actuales, tenía un indicador de carga eléctrica y autonomía que contaba con un botón rojo de emergencia que detienen el sistema.

La calefacción estaba segura gracias a un depósito de gasóleo mientras que algunas funciones como el limpiaparabrisas o la radio dependían de una batería auxiliar de 12 V y 55 Ah.

El año 2000 supuso una gran evolución importante en la vida comercial del Citroën C15. Este motor fue reemplazado por una generación nueva de motores que cumplen con las normas europeas de emisión de gases.

De cara a poder adaptar el motor nuevo a la estructura del modelo, el equipo de Vigo ha desarrollado un proyecto de gran envergadura técnica y es pionero en el Centro que lo que hacía era afectar a piezas como el calculador, el soporte del alternador, la línea de escape, dirección asistida y el soporte de batería.

El Citroën C15 es ya un modelo mítico

La marca francesa obtuvo un gran éxito con este modelo que tuvo que competir con otros duros rivales que en la época pugnaron duramente por el éxito del segmento. Todos recordamos las míticas Renault Express, Seat Terra, por decir algunas de las más conocidas de la época.

No hay más que ver a lo largo y ancho de nuestra geografía que es precisamente este modelo del que más unidades se ven actualmente en nuestras carreteras.

Todo ello al final es prueba de la gran durabilidad de este modelo con el que Citroën demostró unas altas cotas de fiabilidad que luego no ha tenido tan fácil igualar.

Eso sí, en descarga de la marca, también es cierto que en los años en los que vivimos es más complicado que los modelos conserven esta fiabilidad por la propia complejidad que tienen los automóviles actuales.