El parabrisas puede llegar a ser mortal
“Cuando un parabrisas no permanece en el automóvil, en caso de accidente, los ocupantes tienen hasta un 40% más de riesgo de mortalidad”. No lo decimos nosotros, lo confirma Johan Mortier, Director Técnico de Belron International, al señalar la importancia del parabrisas y su directa relación con la seguridad vial en su ponencia durante la I Jornada de Tecnología y Seguridad Vial celebrada en Madrid a principios de este mes.
Johan Mortier señaló tres puntos fundamentales de la importantísima relación que hay entre parabrisas y seguridad: Eficacia del airbag, resistencia estructural del vehículo y soporte de sensores y cámaras de los sistemas ADAS.
El parabrisas y el airbag
El primer estadio es su directa implicación en el correcto y eficiente comportamiento del airbag, especialmente del acompañante, en caso de accidente. El airbag, que se concibió y diseñó para salvar vidas y minimizar la gravedad de las lesiones, necesita de dos elementos más del vehículo para proteger a los ocupantes del mismo. Uno de ellos es el cinturón de seguridad. Sin él abrochado, el impacto del airbag al desplegarse sobre el pasajero puede ser más mortal y dañino que el propio accidente en sí. La otra pieza fundamental para el éxito de la misión por el que se concibió el airbag es la correcta instalación del parabrisas.
El parabrisas, lejos de ser solo un elemento estético del vehículo, es un escudo que evita la entrada de elementos externos en el habitáculo que pueden ocasionar serias lesiones. Pero también es el principal punto de apoyo sobre el que el airbag incidirá para salvar la vida del pasajero. Si el parabrisas no está en perfectas condiciones, o está mal instalado, las probabilidades de que salga despedido de su ubicación son altas y, tras él, saldrá el airbag por ese espacio, dejando al pasajero sin la protección para la que fue ideado.
El parabrisas y la resistencia estructural
La segunda premisa que cumple el parabrisas es su aporte a la resistencia estructural del vehículo, que puede ser de hasta el 30%. Esto significa que en caso de colisión frontal o vuelco el parabrisas evitará la deformación y hundimiento del techo sobre la parte delantera del habitáculo que es dónde la presión suele ser mayor.
Además de esta resistencia estructural, el parabrisas, que en todo momento a pesar de los daños e impactos recibidos no debe desprenderse del vehículo, evitará que puedan entrar elementos externos en el habitáculo. O, peor aún, que los ocupantes puedan salir despedidos por el hueco que dejaría.
El parabrisas y los sistemas ADAS
La misión más reciente del parabrisas es la de ser soporte de cámaras y sensores de diferentes dispositivos que se engloban dentro de los sistemas ADAS. Nos referimos por ejemplo a las cámaras que detectan las líneas que delimitan los carriles de la carretera alertando del cambio involuntario de carril o la proximidad de un obstáculo activando el frenado automático.
Normalmente estos sensores y cámaras suelen ir colocados en la parte más alta del parabrisas entre otras cosas porque es un lugar seguro lejos de golpes e impactos, porque tiene mejor visibilidad desde esa posición y porque la acción de las escobillas los mantiene limpios.
No obstante, lo que es realmente importante es que estos sensores y cámaras se calibren tal y como el fabricante los entregó en su momento al usuario, una vez que han sido desmontados por una operación de mantenimiento, cambio o sustitución de parabrisas.