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Ni nieve ni hielo: el truco de 3 minutos del RACE que hará que olvides las cadenas para siempre

Truco para conducir con nieve o hielo

Cuando llega el invierno, para muchos conductores que viven en zonas de montaña ponerse al volante se convierte en un verdadero desafío. Hasta hace relativamente poco tiempo, las cadenas eran las mejores aliadas para evitar que las ruedas patinaran. Sin embargo, el «truco de los 3 minutos» puede cambiar el panorama por completo. Consiste en utilizar neumáticos de invierno homologados con el sello 3PMSF (Three-Peak Mountain Snowflake, «montaña de tres picos con copo de nieve»).

«El neumático de invierno aumenta el control del vehículo y la movilidad gracias a sus características especiales en cuanto a los compuestos de su goma y la escultura de la banda de rodadura. Ofrece mejor capacidad para iniciar el movimiento de un vehículo (tracción), mantener la trayectoria (adherencia) o detener el movimiento (frenada) que un neumático estándar no sólo con asfalto seco y temperaturas bajas, sino cuando estamos frente a una carretera húmeda, cuando llueve o cuando en la calzada hay hielo o nieve», asegura José Luis Rodríguez, director general de Afane.

El truco para dejar de utilizar cadenas de nieve

Durante años, los neumáticos M+S (Mud and Snow) se aceptaban como alternativa a las cadenas. Sin embargo, con la actualización de la normativa europea, este distintivo ya no es suficiente. Ahora, sólo los neumáticos 3PMSF están homologados oficialmente como neumáticos de invierno. Este sello, identificado con un símbolo de tres picos de montaña con un copo de nieve en el interior, garantiza que el neumático ha superado pruebas específicas de tracción, frenada y rendimiento en nieve y frío. Por eso, en España, Francia o Andorra son equivalentes a las cadenas.

En España no hay existe la obligación de llevar neumáticos de invierno todo el año. Pero cuando las condiciones del terreno o el clima lo requieren (nieve, hielo, escarcha), o cuando una señal lo indica, sí es obligatorio que el vehículo disponga de «equipamiento antideslizante»: cadenas homologadas o neumáticos especiales homologados. La señal que indica esta obligación es la conocida R-412: una rueda envuelta en cadenas sobre fondo azul. Cuando aparece en un tramo, todos los vehículos deben llevar o instalar cadenas, o bien tener neumáticos 3PMSF.

Ventajas reales frente a las cadenas

  • Montar cadenas puede ser una odisea, sobre todo con frío, nieve o lluvia persistente. Con neumáticos 3PMSF evitas ese paso de 10-15 minutos.
  • Estos neumáticos están diseñados para mantener su flexibilidad con bajas temperaturas (cuando un neumático normal se vuelve rígido y pierde agarre). Eso se traduce en menor distancia de frenado, mejor tracción en curvas y mayor estabilidad.
  • Si circulas por tramos señalizados sin cadenas ni neumáticos homologados, te enfrentas a multas de hasta 200 euros.

Qué debes tener en cuenta

Si decides sustituir las cadenas por neumáticos 3PMSF, hay algunos puntos clave que conviene revisar:

  • Neumático homologado y en buen estado: que lleve el sello 3PMSF visible y que el dibujo esté en buen estado. Un neumático liso o muy gastado pierde eficacia.
  • Todas las ruedas (o al menos las motrices y directrices): lo recomendable es que los cuatro neumáticos sean 3PMSF, para garantizar adherencia uniforme, aunque la normativa sólo lo exige en las ruedas motrices.
  • Estado del neumático y temperatura: estos neumáticos ofrecen sus ventajas especialmente con temperaturas bajas (por debajo de 7 °C). A temperaturas más altas, el caucho más blando se desgasta más rápidamente, y su rendimiento puede disminuir.

La importancia de la homologación 3PMSF (y su reconocimiento como equivalente a cadenas) no es algo exclusivo de España. En varios países europeos se ha endurecido la normativa para evitar ambigüedades.

Conducir con nieve y hielo

La nieve y el hielo son dos fenómenos especialmente peligrosos para la seguridad vial, ya que reducen drásticamente (e incluso pueden llegar a anular) la adherencia de los neumáticos, lo que obliga a extremar las precauciones.

Cuando aparece la nieve, lo primero es reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad, además de encender las luces de cruce para ser visto con claridad. Es recomendable circular siguiendo las rodadas de otros vehículos, ya que ofrecen un firme más prensado y con algo más de tracción.

También es importante evitar movimientos bruscos de volante y realizar cualquier maniobra con suavidad. Al iniciar la marcha, conviene soltar el embrague poco a poco o, en caso de cambio automático, ejercer una presión mínima sobre el acelerador. En pendientes ascendentes, la clave está en utilizar la marcha más larga posible para evitar que las ruedas patinen sobre la nieve.

Respecto al hielo, la anticipación es esencial: conviene evitar zonas que puedan estar heladas. Al caer la noche, el riesgo aumenta, ya que el agua acumulada durante el día puede convertirse rápidamente en placas de hielo. Si la temperatura exterior baja de los 3 ºC, es aconsejable ponerse en alerta, vigilar el firme y reducir la velocidad. En caso de deslizamiento, se debe mantener la trayectoria, evitar frenar y no mover el volante bruscamente, dejando que el vehículo recupere el control de manera progresiva.

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