El impacto del 6G en la industria del automóvil: habrá que esperar a 2030
La tecnología 6G va a ser rompedora en muchos sectores.
Tanto los investigadores como los ingenieros mundiales están ya desarrollando la próxima generación de comunicaciones móviles, la 6G, que lo lógico es que esté disponible sobre 2030.
Estos vehículos se pueden beneficiar de las elevadas velocidades en materia de transmisión de datos, además de la fusión de las comunicaciones, además de la monitorización del entorno.
Se está produciendo un rápido despliegue de las redes 5G
Los operadores han desplegado con rapidez las redes 5G, las cuales se pueden usar para que sean realidad muchos tipos diferentes de aplicaciones.
Algunas son válidas para el sector de la automoción, caso de la que se utiliza en el desarrollo para los coches inteligentes y que están conectados en el Centro Técnico Nardò de Porsche.
El caso es que las instituciones que se dedican a la investigación y las empresas lo que van es un paso por delante y ya han comenzado su carrera hacia la siguiente generación de comunicaciones móviles.
Al acabar esta década, el estándar nuevo de 6G
En estos próximos años el estándar 6G tiene que dar garantías de velocidades de datos todavía más importantes, retrasos menores y más fiabilidad.
Como ha comentado Andreas Müller, responsable de la totalidad de los proyectos 6G en Bosch, muchas personas de diferentes partes del mundo reconocieron que la siguiente generación de comunicaciones móviles es un tema importante en lo estratégico.
El caso es que los investigadores tienen todavía bastante trabajo por delante antes de que la red 6G forme parte del día a día de los usuarios privados y también de los industriales, los cuales van a tener que ir ampliando los límites de lo que es factible para este tipo de tecnología.
Para hacernos una idea, se ha descubierto la tercera dimensión de tal forma que se ha garantizado un intercambio en materia de datos en todo el mundo. No olvidemos que, hasta ahora, las comunicaciones en los móviles estaban limitadas a la superficie terrestre.
Transferencia de satélite a satélite
Por una parte, pueden ser satélites que vayan en órbita geoestacionaria a una altitud de menos de 36.000 kilómetros, pero por otra parte, los homólogos en órbita a una menor altura.
Pensemos, que en órbita terrestre baja (LEO), está entre 200 y 2.000 kilómetros sobre la superficie de la tierra. Hasta los globos se pueden usar como «plataformas de gran altitud), de tal forma que sirvan de estaciones de 6G, a una altura que irá de lo 15 a los 20 kilómetros.
Pensemos que el rendimiento de la red 6G aumentará con la ayuda de la inteligencia artificial (IA).
Los algoritmos de la Inteligencia Artificial, van a poder adaptar con flexibilidad las redes móviles a las condiciones del momento y poder optimizar de esta forma su funcionamiento.
El aprendizaje automático vale para el reconocimiento de patrones de utilización durante el día.
Hay que tener en cuenta que este tipo de información se puede usar para operar en las redes 6G con un consumo mínimo de energía.
El propio Müller, desde su condición de experto de Bosch, se ha imaginado que haya servicios básicos que cuenten con la asistencia de la IA que la red móvil ponga a disposición de los usuarios.
Se cree que la red 6G puede incluso ofertar servicios como la clasificación de los objetos en grabaciones de vídeo.
De igual forma, es posible que la transmisión de los datos pase a dejar de encontrarse estandarizada, y que no se vaya a definir de forma exacta cómo se genere una señal, sino que la selección del método mejor se haga por las redes neuronales en el lado del transmisor y del receptor. Este proceso va a ser posible integrarlos en smartphones 6G del futuro.
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