Alcohol al volante DGT

Giro con la nueva tasa de alcohol en el coche: ¿das positivo con una cerveza?

Tasa de alcoholemia

El debate sobre la tasa de alcoholemia máxima permitida ha generado una gran controversia y preocupación entre los conductores. La propuesta del Gobierno, que busca rebajar el límite actual de 0,5 gramos por litro en sangre a 0,2 gramos busca aumentar la seguridad vial y reducir el riesgo de accidentes de tráfico. Sin embargo, la medida plantea preguntas sobre lo que significa realmente en términos de consumo de alcohol y la forma en que afecta a los conductores.

La propuesta de reducción de la tasa máxima de alcohol permitida ha dividido a la opinión pública, ya que muchos temen que, con esta medida, incluso un consumo moderado de alcohol pueda arrojar un resultado positivo. Ahora bien, la cantidad de alcohol que una persona puede consumir antes de superar el límite legal de alcohol depende del tipo de bebida que se ingiera. Por ejemplo, el cuerpo absorbe más rápido las bebidas destiladas como el whisky o el ron, mezcladas con refrescos o zumos, elevando la tasa de alcoholemia en tiempo récord. Por lo tanto, no es lo mismo tomar una cerveza que una copa de vino o un chupito de licor.

Las nuevas tasas de alcoholemia

La proposición de ley, que ser tramitará en el Congreso, busca reducir el límite de alcohol permitido para los conductores. La idea de esta propuesta es clara: disminuir el riesgo de accidentes en las carreteras, un riesgo que se incrementa con incluso pequeñas cantidades de alcohol.

Según estudios y expertos en seguridad vial, los conductores con niveles de alcohol de 0,05 a 0,25 miligramos por litro de aire espirado tienen hasta tres veces más probabilidades de estar involucrados en accidentes mortales en comparación con aquellos que no consumen alcohol. Para abordar este problema, el Gobierno plantea una reducción significativa en la tasa de alcoholemia permitida, estableciendo un límite de 0,2 gramos por litro en sangre, lo que implica que se rebaja un 60% con respecto al límite actual.

Sanciones

Si finalmente se aprueba la lay, las sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol sufrirán un cambio considerable. En la actualidad, si un conductor tiene una tasa de alcoholemia superior a 0,5 gramos por litro de sangre, puede enfrentarse a una multa de 500 euros y la pérdida de seis puntos en su carnet de conducir. Si el límite de alcohol permitido se reduce a 0,2 gramos por litro, los conductores que sobrepasen esa cifra, pero que no alcancen el umbral de 0,5, serán sancionados con 200 euros y perderán dos puntos.

Para aquellos que superen 0,51 gramos por litro de sangre, las multas ascenderían a 500 euros, mientras que si un conductor alcanza o supera 1,01 gramos por litro, la sanción sería de 1.000 euros, además de la posible retirada del carnet de conducir.

Cantidad de alcohol

La Dirección General de Tráfico (DGT) proporciona una estimación aproximada sobre la cantidad de alcohol que puede arrojar un positivo en el test de alcoholemia. De acuerdo con sus cálculos, tanto hombres como mujeres pueden superar el límite permitido con una sola bebida alcohólica, dependiendo de su peso.

Por ejemplo, un hombre de entre 70 y 90 kg podría dar positivo con sólo una cerveza de 330 ml, con una tasa de alcoholemia que varía entre 0,21 y 0,28 gramos por litro de sangre. Con dos cervezas, este rango podría elevarse entre 0,43 y 0,55 gramos, mientras que con tres cervezas, el rango se ampliaría entre 0,64 y 0,83 gramos.

En el caso de las mujeres, las tasas de alcoholemia son generalmente más altas debido a la menor masa corporal y la diferencia en la metabolización del alcohol. Una mujer de entre 50 y 70 kg podría dar positivo con una sola cerveza, con una tasa entre 0,34 y 0,48 gramos por litro de sangre. Si consume dos cervezas, podría alcanzar una tasa de alcoholemia de entre 0,68 y 0,95 gramos, y con tres cervezas, la tasa superaría 1,0 gramos por litro, lo que implicaría una infracción grave.

«El alcohol es un depresor del sistema nervioso central que altera tanto la aptitud como la actitud para conducir e incrementa el riesgo de verse involucrado en un accidente de tráfico. En su primera fase, produce un efecto euforizante, que da lugar a pérdida de control, disminuye la percepción del riesgo, modifica el comportamiento y deteriora la función psicomotora, todo ello altera la capacidad para conducir un vehículo. Existe la percepción de que el riesgo de accidente se asocia únicamente a niveles de consumo muy elevados, pero sus efectos negativos sobre la capacidad de conducir se observan incluso con niveles bajos de consumo», señala la DGT.

En conclusión, la propuesta del Gobierno para reducir la tasa de alcoholemia permitida en España representa un cambio significativo en la normativa vial, con el objetivo de mejorar la seguridad en las carreteras y reducir el riesgo de accidentes. La educación vial juega un papel crucial en este proceso, ya que los conductores deben estar informados sobre cómo pequeñas cantidades de alcohol pueden afectar su capacidad para conducir de manera segura. Además, es esencial fomentar una cultura de responsabilidad y conciencia sobre los riesgos del alcohol al volante.

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