Estos son los motivos por los que no puedes conducir un Fórmula1
La conducción en Fórmula1 no es sencilla a nivel físico.

A todos nos gustaría conducir un Fórmula1, pero lo cierto es que los pilotos tienen que encontrarse en una gran forma física para poder rendir bien en un gran premio. Conviene no olvidar que las sesiones de entrenamiento y la dieta se diseñan para que sean los más rápidos que sean posibles
Aunque sea algo que no veamos en televisión, lo cierto es que los conductores de la parrilla llegan a sentir una serie de fuerzas importantes en el tiempo en el que se encuentran en el asfalto, y más si pensamos en la gran cantidad de vueltas que se hacen durante la carrera, puesto que como es de imaginar el que su preparación es la misma que tienen los atletas de élite.
El caso es que no siempre ha sido así, ya que en los primeros años de conducir un Fórmula1, incluso llegando hasta los años 80 del siglo pasado, no se entendían los importantes beneficios de estar en forma, puesto que el gran entrenamiento que se hace ahora fue impulsado por grandes campeones como Senna o Schumacher.
¿Cuál es el motivo por el que entrenan estos pilotos?
Lo cierto es que los pilotos al conducir en Fórmula1, deben someterse a grandes fuerzas cada vez que conducen, puesto que las aceleraciones y desaceleraciones son las de mayor importancia de la totalidad de deportes del mundo del motor, llegando ser de hasta 2G en el momento en que se pisa el acelerador.
Incluso pueden ser de hasta 6G cuando se realizan las frenadas en muchos casos. Sobre 1G procede cuando se levanta el pie del acelerador, pasando a aplicarse del orden de 160 kilos de fuerza sobre el freno cuando se quiere frenar el monoplaza.
Si hablamos de las curvas van a ser parecidas, puesto que van a poder soportar del orden de seis veces el propio peso cuando vayan a girar por espacio de varios segundos al conducir en Fórmula1.
Unos ejemplos de la dureza que demanda este deporte
Si tomamos como ejemplo el Gran Premio de la Toscana de 2020, Hamilton llegó a registrar hasta 5,6G en los entrenamientos libres que se celebraron en Mugello. Esta solo fue una carrera más, pero ejemplifica esa dureza que tiene la Fórmula 1.
De cara a ser capaz de soportar esas fuerzas, lo que sucede es que los pilotos precisan de tener una enorme fuerza muscular en su cuello, piernas y torso, donde la resistencia va a ser necesaria para poder rendir desde el principio al final de la carrera.
Tienen que contar con una gran forma cardiovascular, puesto que la frecuencia cardiaca puede terminar superando las 170 pulsaciones por minuto en una prueba, más que lo que los adultos sanos pueden tener cuando corran.
A pesar de ello, no es cuestión solo de ser el más fuerte. Hasta hace poco tiempo, los pilotos debían de ser lo más ligeros posibles para poder mantener el peso de los monoplazas lo más reducido posible y que se maximizara la velocidad en la pista, por lo que los más altos tenían que tomar una serie de medidas radicales para poder recortar la ingesta en materia de calorías, algo que puede provocar enfermedades y escasez de sueño.
Para la temporada 2019, entró en vigor una normativa que establecía el peso mínimo de 80 kilos para el piloto y su propio asiento, de tal forma que cualquiera que se encontrase por debajo de dicho umbral, debía añadir lastre para poder compensar la diferencia en este sentido.
Todo ello lo que hizo fue un soplo de aire fresco para los pilotos, puesto que los mismos lo que hacen es mantener hábitos más saludables y aumentar la masa muscular de los mismos, pero incluso así, los padecimientos que sufren en la competición son extremos, donde hay pérdidas que pueden ser de hasta 4 kilómetros por cada gran premio, tal y como sucede en Singapur, donde parte de ello, está compuesto por fluidos tales como el sudor.
La fortaleza de los pilotos es necesaria
Los pilotos precisan también de una gran fortaleza para poder resistir los accidentes y en este sentido la forma física es importante para poder salir ilesos, caso del choque que se produjo de 53G de Grosjean en el Gran Premio De Bahrein de 2020 o aquellos 75G de Robert Kubica en Canadá en 2007.
Después de las cifras que hemos comentado, parece evidente que la conducción de un Fórmula 1 no está al alcance de cualquier persona y que demanda bastante preparación física, puesto que no es sencillo poder soportar esta gran exigencia.
Cuando vemos conducir a los pilotos, más allá de la gran velocidad a la que van los monoplazas, pensamos que al final están sentados y no hacen grandes ejercicios, hasta alguna gente veía raro que se le considerara un deporte, puesto que al final van sentados.
Así que ya sabes, si tenías tentaciones o sueños, que sepas que la conducción de estos monoplazas no es algo que se puede hacer por cualquiera.
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