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Éste es el único seguro de coche que cubre los daños por incendio: que no te engañen

Seguro de incendio

La Ley 21/2007, de 11 de julio establece que «todo propietario de vehículos a motor que tenga su estacionamiento habitual en España estará obligado a suscribir y mantener en vigor un contrato de seguro por cada vehículo del que sea titular, que cubra, hasta la cuantía de los límites del aseguramiento obligatorio, la responsabilidad civil a que se refiere el artículo». En términos generales, los seguros de coche se pueden dividir en tres grandes grupos: seguro a terceros básico, seguro a terceros ampliado y seguro a todo riesgo. Pero, ¿cuál es el seguro que cubre lo daños por incendio?

Uno de los principales problemas entre los conductores es confiar en que un seguro básico les sacará de cualquier apuro. Esta póliza no incluye la cobertura por incendio, de manera que si tu coche se quema, tendrás que reclamar al Consorcio de Compensación de Seguros. Si el incendio  fue provocado por otra persona y puedes identificarla, también podrás reclamar los daños del vehículo legalmente. Sin embargo, con el seguro a todo riesgo todo es mucho más sencillo.

El seguro que cubre los daños por incendio

A la hora de contratar el seguro del coche, más allá del precio, hay que prestar especial atención a las coberturas. El seguro a terceros, tal y como su propio nombre indica, únicamente cubre daños a terceros. Por su parte, el seguro a terceros ampliado incluye una serie de coberturas adicionales, como rotura de lunas, incendio y robo. Finalmente, el seguro a todo riesgo, que cubre prácticamente cualquier siniestro, incluidos los incendios, tanto intencionados como accidentales.

Encontrarse con que tu coche se ha quemado es una de esas situaciones en las que a nadie le gustaría encontrarse. Sin embargo, es más habitual de lo que muchos creen, por lo que es importante saber cómo actuar y cuáles son los pasos a seguir:

  1. En ningún caso trates de apagar un incendio con tus propios medios. Recuerda que el riesgo de explosión existe, y debes velar por tu integridad física.
  2. Llama a emergencias lo más rápido posible.
  3. Evita manipular el vehículo. No trates de abrir puertas, sacar algo del maletero o mover el coche. El riesgo es muy alto y, además, podrías alterar pruebas queserán fundamentales para el parte policial y para el informe de tu aseguradora.
  4. Si estás en una carretera o en un parking, advierte a las personas cercanas para que se alejen y no se pongan en peligro.

Una vez controlado el incendio, debes recopilar toda la documentación posible para reclamar a la aseguradora. El informe policial o de bomberos es el documento más importante, donde queda registrado cómo y en qué circunstancias se produjo el incendio. Por otro lado, haz fotografías y vídeos del coche desde distintos ángulos, independientemente del estado en el que se encuentre. Asimismo, si el incendio se ha debido a un fallo mecánico o eléctrico, es necesario un informe pericial que lo confirme. Con estos documentos podrás iniciar la reclamación de manera formal.

Seguro a todo riesgo: la opción más completa

El seguro a todo riesgo ofrece la protección más amplia, pero no cubre literalmente todo lo que pueda suceder, sino que . Esto significa que, además de cubrir daños a terceros (obligatorio por ley), también incluye daños propios.

El seguro a todo riesgo se puede contratar con o sin franquicia. Con franquicia significa que, en caso de siniestro, tú pagas una parte fija de la reparación y la aseguradora cubre el resto. Sin franquicia, en cambio, la aseguradora se hace cargo de todo, aunque la prima mensual suele ser más alta.

Si tu coche se ha quemado y tienes un seguro a todo riesgo, lo normal es que estés protegido. Las situaciones más habituales que cubre un seguro a todo riesgo en relación a un incendio son:

  • Un cortocircuito en el sistema eléctrico, un sobrecalentamiento o un fallo técnico en el motor pueden desencadenar un fuego.
  • Si tras una colisión tu coche se incendia, la póliza responde.
  • Los incendios provocados de forma intencionada también se contemplan.

Aunque la cobertura es muy amplia, las aseguradoras incluyen exclusiones que, de no tener en cuenta, pueden jugarte una mala pasada:

  • Si transportabas productos inflamables sin las medidas adecuadas y el incendio se originó por esa causa, la aseguradora puede negarse a cubrir los daños.
  • Muchas personas instalan equipos de sonido, llantas, alerones o modificaciones estéticas sin incluirlos en la póliza. Si el incendio afecta a estas piezas y no estaban declaradas, no recibirás ninguna indemnización por ellas.
  • Si el coche se utiliza en competiciones, carreras o actividades no autorizadas, los daños por incendio derivados de estas prácticas no están cubiertos.

Contar con un seguro a todo riesgo es, sin duda, la manera más segura de proteger tu vehículo frente a situaciones tan graves como un incendio. Cuando se trata de una inversión tan importante como el coche, pensar a largo plazo es fundamental.

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