La DGT lo confirma y avisa: la verdad de quién tiene prioridad en las rotondas
Conoce cómo circular de manera adecuada es vital para nuestra seguridad al circular.
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La señal nueva de la DGT que confunde a los conductores.
Las más glorietas son famosas por el diseño de intersección giratoria con el que cuentan y las tenemos presentes en bastantes ciudades desde que fue construida la primera en 1976. El caso es que buena cantidad de los conductores siguen sin entender del todo cómo afrontarlas con seguridad, lo que ha producido un número de accidentes importantes.
Algunos datos
Del año 2015 al 2019 se produjeron 45.000 siniestros que acabaron con víctimas en las glorietas, donde se produjeron 317 muertos y más de 58.000 heridos, tal y como dejó claro el informe realizado por AEA (Automovilistas Europeos Asociados).
El 10% de los accidentes que acabaron en víctimas se produjeron en las glorietas. Una cifra de lo más alarmante, donde es importante el hecho de explicar de nuevo cómo se puede circular de manera segura por unos cruces que se han hecho cada vez más populares.
Las glorietas son especiales
Algo que conviene tener en cuenta es que las glorietas no van a seguir la clásica regla de prioridad de paso a la derecha. En esta clase de intersección, la prioridad pasa a ser la de los automóviles que se encuentren circulando en la misma, salvo que un semáforo o señal vaya a indicar lo contrario.
Por este motivo, cuando se acceda a una glorieta, siempre vamos a tener que ceder el paso a los automóviles que estén dentro, hasta deteniéndonos si fuera preciso.
Tres momentos fundamentales en una glorieta o rotonda, según la DGT
Hay tres instantes en los que es necesario ser precavido: cuando se produce la aproximación, la circulación interior y la salida de la glorieta. Como dice la aseguradora AXA, más del 50% de los accidentes se producen cuando nos aproximamos y accedemos a la rotonda.
- Aproximación: cuando nos acercamos a la glorieta, es importante ver el tráfico a la izquierda, reduciendo la velocidad y adaptándola a las señales y condiciones que haya en la vía. No hay que entrar en la rotonda hasta que estemos seguros de que se puede hacer.
- Acceso: en el momento en que entramos, es necesario ceder el paso a los automóviles que se encuentran dentro y, en el caso de que sea preciso, detenerse para que haya garantías de una entrada con seguridad. Desde el Área de Formación de Conductores de la DGT, nos recuerdan lo importante que es la anticipación y respetar siempre que sea necesario la señalización.
- Circulación en el interior de la glorieta: justo cuando se está dentro, es importante que se circule por el carril exterior, cuando se encuentre libre. Si se abandona la glorieta en las primeras salidas, es el carril que más se recomienda. De dirigirnos a las últimas salidas o cambios de sentido, es bueno usar los carriles interiores en el caso de que estén disponibles e ir cambiando de formar progresiva al exterior antes de salir, señalizando cada cambio de carril y que se respete la prioridad de los otros conductores.
¿Y qué pasa con la salida de una glorieta?
Cuando se quiere salir de una glorieta, hay que situarse fuera del carril y señalar la salida de manera adecuada. Cuando no sea posible hacer un cambio de carril a su debido tiempo, es bastante seguro dar otra vuelta para poder encontrar la posición más adecuada.
Sobre la pregunta habitual de si está permitido salir desde el carril interior, la respuesta es bastante clara: no es algo permitido, puesto que puede terminar generando una cruzada bastante peligrosa con otra serie de vehículos que van a circular de manera correcta.
Conociendo más sobre las rotondas
A las rotondas, que también se las llama glorietas, han pasado a ser una opción a los semáforos y las intersecciones en bastantes ciudades del planta. Son una serie de estructuras con algunas ventajas para el control del tráfico y la seguridad vial.
¿Para qué sirven las rotondas?
A veces lo damos por supuesto, pero hay que recordar que su objetivo es el fomento de la circulación constante de los automóviles. En vez de parar y esperar a que el cambio del semáforo o que la intersección se vaya a despejar, puesto que los conductores solo tienen que entrar en la rotonda y seguir su camino.
Con ellas no hay que hacer giros a la izquierda, en vez de cruzar el tráfico en sentido contrario para girar a este lado, los conductores pueden acceder a la rotonda y girar hacia la salida que queramos. Habrá un menor riesgo de colisiones a nivel frontal y aumentará la seguridad vial.
Otra ventaja
Podemos hablar de una ventaja importante como es que las rotondas van a reducir la velocidad de los vehículos. Cuando se obliga a los conductores a tomar una curva cerrada, las rotondas van a limitar la velocidad a la que los vehículos vayan a circular. Todo ello reducirá el riesgo de accidentes si se producen colisiones y va a disuadirles de que aceleren en la rotonda.
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