Aston Martin V12 Vantage S 2017: conducción en estado puro
Corren tiempos donde los motores son cada vez más pequeños -que no menos potentes- y la tecnología juega un papel muy importante. Tanto, que en parte se mata la pasión por conducir al límite en el caso de los deportivos más deseados del planeta. Por eso, siempre es un placer hablar de novedades como la de hoy. Se llama Aston Martin V12 Vantage S 2017, y añade a la configuración mecánica que intuirás por su denominación oficial una caja de cambios manual. Conducción en estado puro, tal y como titulamos.
La caja de cambios de la que te hablamos tiene 7 relaciones, algo nada habitual cuando de una transmisión manual se refiere. Tanto es así, que presenta la curiosidad de tener que insertar la primera velocidad hacia abajo.
A pesar de tratarse de un cambio manual, Aston Martin ha equipado la función AMSHIFT, que simula una especie de doble embrague durante las transiciones de las marchas. Este sistema puede activarse o desconectarse en función de nuestras preferencias. Eso sí, para quienes no quieran prescindir de la comodidad que aporta un cambio automático, Aston Martin también ofrece la caja secuencial Sportshift III.
En cuanto al motor, el nuevo Aston Martin V12 Vantage S 2017 dispone de un bloque con 12 cilindros en V y una cilindrada de 5,9 litros que es capaz de entregar 575 CV de potencia, los cuales son descargados directamente sobre el eje trasero. Más madera para quienes quieran disfrutar de lo que es conducir un deportivo como Dios manda. También podemos contaros que el par máximo que anuncia la firma británica es de 620 Nm. En cuanto a prestaciones, como te podrás imaginar son de infarto. A una velocidad punta de 330 km/h hay que añadir una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos.
Además de todo lo que te hemos contado, el nuevo Aston Martin V12 Vantage S 2017 presenta una serie de novedades menores, pero no menos importantes. Se actualiza el navegador y se ofrece un nuevo ‘pack’ llamado Sport Plus, que aporta nuevas combinaciones de colores con grandes contrastes que le dan al coche un aspecto más agresivo si cabe sin que por ello pierda un ápice de su clase. Porque un Aston Martin siempre tiene que ser elegante, ¿no creéis?