7 falsos mitos sobre el ahorro de combustible
Conducir gastando el mínimo combustible posible es uno de los objetivos que perseguimos todos a diario. Especialmente desde que estalló una crisis económica que ha traído consigo solamente cosas malas, como por ejemplo la proliferación de los talleres ilegales.
Volviendo al tema del combustible, todos hemos oído alguna vez una serie de ‘trucos’ que nos permitirán ser más ahorradores y visitar las gasolineras en menos ocasiones. Sin embargo algunos de ellos, que forman parte de la ‘sabiduría popular’, no dejan de ser meros bulos que realmente no tienen razón de ser. Con la ayuda de nuestros amigos de Shell, vamos a desvelarte 7 de ellos.
Dispositivos de ahorro de carburante
Alguna vez habrás oído hablar de diferentes dispositivos que ayudan a gastar menos combustible. Imanes, generadores de vórtices. No hagas mucho caso. A pesar de que no se ha demostrado su inoperancia, tampoco hay nada que nos diga a ciencia cierta que realmente funcionan. Y ante la duda…
¿Aire acondicionado o ventanas bajadas?
Llega el verano y nos morimos de calor dentro del coche. ¿Qué hacemos, bajar las ventanillas o encender el aire acondicionado? Hay quien dice que lo segundo gasta menos combustible que lo primero. Pero nada más lejos de la realidad. Si bajamos las ventanillas, la aerodinámica del coche se resiente, con lo que el gasto de combustible aumenta, y si encendemos el aire acondicionado, el motor tendrá que hacer más esfuerzo, con lo que la consecuencia será la misma.
Echar gasolina a primera hora
Dicen que la densidad del carburante varía en función de la temperatura. Es cierto, pero que afecte a la hora a la que debes repostar no. Es tan sencillo como que los tanques de combustible están enterrados y a una temperatura ambiente constante.
No apagar el motor en paradas cortas
Habrás oído en más de una ocasión que durante una parada corta es mejor dejar el coche encendido que pararlo para después arrancarlo. Falso. La cantidad de combustible requerida para poner de nuevo en marcha el coche no es suficiente como para justificar este comportamiento, además de que si apagamos el coche estaremos contribuyendo con el medio ambiente.
Cambiar el filtro del aire
Otro de los dichos que circula por ahí es que un cambio del filtro de aire ayuda a ahorrar carburante. Lo cierto es que los coches de hoy en día detectan enseguida cualquier anomalía con este filtro, con lo que ante cualquier aviso hay que llevarlo al taller, no antes. Y menos porque pienses que vas a ahorrar dinero en lo que a combustible se refiere.
Llenar el depósito
A pesar de que en ocasiones se tiende a pensar lo contrario, un depósito de combustible lleno hasta arriba y otro hasta la mitad funcionarán exactamente con la misma eficacia. Si optas por lo primero, tardarás más en volver a visitar la gasolinera, pero solamente por el hecho de que habrá más cantidad de combustible en el depósito.
Usar el punto muerto
Todavía hay quien baja las cuestas en punto muerto pensando que se ahorra combustible. Nada más lejos de la realidad. El motor está en marcha, luego consumo. Es más eficaz conducir de forma eficiente buscando siempre la marcha correcta.