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200 euros y 2 puntos por ir de copiloto: la multa de la DGT que casi nadie conoce

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Los vehículos modernos incluye un amplio abanico de accesorios, como la visera parasol. Aunque muchas veces pasa completamente desapercibida para los conductores, cumple un papel muy importante a la hora de proteger la visibilidad en determinadas situaciones, como los amaneceres o atardeceres, cuando los rayos solares inciden directamente en la línea de visión del conductor y aumentan el riesgo de accidentes. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), aproximadamente el 5% de los accidentes de tráfico en España se producen por deslumbramiento.

Ahora bien. más allá de su función principal, muchas viseras parasol incorporan espejos en su interior, y aquí es donde empieza el problema. Aunque estos espejos son muy útiles para peinarse o maquillarse, también representan un riesgo si se usan mientras el vehículo está en marcha. La DGT considera que cualquier acción que distraiga al conductor puede derivar en sanciones con base en el artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación (RGC): «el conductor debe mantener su libertad de movimientos, un campo de visión adecuado y atención constante a la conducción para garantizar su propia seguridad, la de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía».

La multa de la DGT por hacer esto

En concreto, la DGT puede imponer sanciones de hasta 200 euros y la pérdida de dos puntos del carnet de conducir por estas conductas. Lo que sorprende a muchos conductores es que estas sanciones no sólo se aplican a quien está al volante, sino también al copiloto, si su comportamiento contribuye a distraer al conductor.

La forma correcta de usar la visera parasol es simple pero efectiva: ajustarla para bloquear la luz directa del sol sin impedir la visibilidad del conductor y, en caso de necesitar usar el espejo, detener el vehículo en un lugar seguro antes de hacerlo.

En el contexto de la vida diaria, muchos conductores ignoran estas recomendaciones hasta que ocurre un accidente. Situaciones comunes como el deslumbramiento por el sol en carreteras abiertas, especialmente en autopistas o carreteras con poca sombra, ponen en evidencia la importancia de que la visera esté bien ajustada.

«Los conductores deberán conducir con precaución, atendiendo a las circunstancias del tráfico, la vía y las condiciones meteorológicas, evitando toda acción que pueda constituir conducción temeraria o imprudente y respetando los derechos de los demás usuarios de la vía», señala el artículo 3 del RGC.

Deslumbramientos

«Tener un sistema de iluminación en buenas condiciones y revisado por profesionales disminuye los deslumbramientos, reduce el riesgo de accidente e incrementa la seguridad vial. Para ello, se recomienda acudir al taller al menos una vez al año para el reglaje y mantenimiento de los faros, asegurando que estén correctamente direccionados y no deslumbren a otros conductores. Los espejos retrovisores también deben estar bien alineados para evitar puntos ciegos y deslumbramientos, utilizando la posición nocturna del retrovisor interior cuando corresponda.

Las lámparas conviene cambiarlas siempre por pares para mantener una iluminación uniforme, mientras que los faros deben limpiarse periódicamente, ya que el desgaste puede reducir hasta un 40 % su eficacia. Asimismo, las lunas del vehículo deben estar limpias y sin arañazos. Es fundamental usar correctamente las luces de carretera, adaptándose al entorno y evitando deslumbrar a otros conductores. Finalmente, al viajar de noche, es aconsejable parar a descansar con frecuencia para reposar la vista y prevenir la fatiga visual», recomienda la DGT.

Distracciones al volante

«Los conductores no asociamos el riesgo que supone una distracción tan bien como el riesgo que suponen las drogas, el alcohol u otros factores. Pero las distracciones al volante son la causa de más del 30% de los accidentes», alerta la DGT. Y añade: «a veces las personas utilizamos los atascos para realizar actividades varias, maquillarse, por ejemplo, o retocarse. No maquillarse en casa supone dormir un poco más, es cierto, pero levantarnos 15 minutos antes nos permite evitar accidentes y conducir con más seguridad. Es una conducta que altera la concentración en el manejo del vehículo, al estar pendiente de mí, no estoy pendiente de la carretera pudiendo provocar un accidente.

El teléfono móvil aumenta considerablemente el riesgo de sufrir un accidente. Es obligatorio el uso de un sistema de manos libres para establecer comunicaciones telefónicas.
Aun utilizando este, la capacidad de concentración ante el volante se pierde en gran medida por lo que se aconseja no hablar por teléfono mientras se conduce. Estudios apuntan que, tras hablar más de tres minutos por el manos libres los conductores no perciben el 40% de las señales, la velocidad suele bajar y el tiempo de reacción es mayor».

En resumen, la clave para aprovechar al máximo la visera parasol está en la prevención. Mantener la atención en la carretera, ajustar la visera correctamente, detener el vehículo para utilizar el espejo y evitar comportamientos que distraigan al conductor son acciones que pueden marcar la diferencia entre un viaje seguro y un accidente.

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