La reina Letizia, Kate Middleton y las tiaras más brillantes del 2018
Cada una de estas joyas ha sido titular de estilo por diferentes (y especiales) motivos
El año está a punto de finalizar y, como es habitual en estas fechas, toca hacer repaso de lo más destacado del calendario que en breve cerraremos. Además de recordar a las mejor y peor vestidas sobre las alfombra roja, recopilar los mejores looks de las ‘celebrities’ y las mujeres de la realeza europea, así como repasar los resbalones ‘beauty’ de las famosas, existen destacados dentro del mundo del lujo que no podemos pasar por alto. 2018 ha sido el año en el que dos féminas de la monarquía internacional han brillado de manera especial gracias a dos piezas cargadas de significado.
El pasado 5 de diciembre, en un alarde de poderío, Kate Middleton mandaba sacar brillo a una de las coronas más admiradas. Durante la tradicional recepción de Isabel II al cuerpo diplomático de diferentes países, la duquesa de Cambridge colocaba en su cabeza la Cambridge Lover’s Knot tiara, o como muchos la conocía, la favorita de su fallecida suegra, la princesa Diana.
La joya perteneció a la abuela de la Reina de Inglaterra y está creada con diamantes en talla brillante y perlas en forma de gota. Una pieza única por su valor sentimental que salió a pasear en un momento muy destacado del ducado de Kate. Diversos rumores en la prensa inglesa apuntaban a que la elección de esta tiara se debía a un golpe de efecto de Kate Middleton en su ‘rumoreado’ enfrentamiento con su cuñada, Meghan Markle.
Dentro de nuestras fronteras, la reina Letizia también ha sido destacada gracias a una primicia en uno de sus looks de gala. Su Majestad decidió agotar las novedades de su joyero ‘estrenando’ en su reinado la tiara rusa, perteneciente a la reina María Cristina y reservada únicamente para ser lucida por las reinas españolas. Un diseño única que había permanecido guardado durante estos años y que doña Letizia decidido lucir durante la visita de estado del presidente chino Xi Jinping y su esposa, la primera dama Peng Liyuang
Otra de las diademas reales que se ha convertido en protagonista durante el año que estamos a punto de despedir, la que escogió la princesa Eugenia de York para el día de su boda. Lo más destacable de su elección fue el factor sorpresa ya que, contra todo pronóstico y rompiendo la tradición de la familia, la joven no escogió la tiara York que lució su madre. Eugenia se decantó por la tiara Greville Emerald Kokoshnik, una pieza creada por la joyería Boucheron en 1919 para Margaret Greville. Compuesta por seis esmeraldas a cada lado y una mayor en el centro, su diseño y nombre se inspira en los tocados y coronas de la Rusia imperial de los años 20.