Receta de helado de frutos rojos para el verano: delicioso y saludable
Los helados son uno de los grandes placeres del verano, aunque es muy importante que seamos cuidadosas con cuáles elegimos. Los helados industriales están elaborados con polvos y contienen demasiados azúcares, así que, ¿por qué no mejor preparamos un helado de frutos rojos en casa? Es una receta extremadamente sencilla y que podemos preparar en apenas cinco minutos. ¡Merece mucho la pena!
Para preparar el helado podemos comprar este mix de frutos rojos congelado en Mercadona. Contiene fresas, moras, grosellas negras, grosellas rojas, frambuesas y arándanos silvestres. Vale 1,30 euros el paquete de 300 gramos y en los meses de verano es uno de los productos más vendidos de la cadena valenciana.
Además, necesitamos 75 mililitros de leche de almendras y 3 cucharadas de sirope de ágave. ¡Son ingredientes que podemos encontrar en el supermercado!
- El primer paso es congelar la fruta hasta que esté helada, pero si compramos el mix de frutos rojos congelado de Mercadona, nos lo podemos saltar.
- En el vaso de la batidora, añadimos 300 gramos de frutos rojos, la leche de almendras y el sirope de ágave.
- Batimos hasta que quede una crema uniforme y densa y la ponemos en varios moldes de helados.
- Los metemos al congelador durante 12 horas, ¡y listo!
En Amazon podemos encontrar un set de moldes como este de ‘Lékué’ para hacer los helados. Sin de silicona y tienen tapa para proteger los helados de sabores y olores en el congelador. También incluyen un palo para cada molde.
De esta manera tan sencillo podemos tener un delicioso helado 100% casero y natural, sin azúcares añadidos ni ingredientes que no le hacen ningún bien a nuestra salud. Podemos tomarlo en cualquier momento del día, como por ejemplo a media mañana o a media tarde a modo de snack.
¿Cuáles son los beneficios de los frutos rojos?
Si por algo son bien conocidos los frutos rojos es por sus propiedades antioxidantes. Son muy ricos en flavonoides, unos compuestos que protegen el organismo de los radicales libres, previniendo así el envejecimiento prematuro tanto de la piel como de las células.
A esto hay que sumar que son muy buenos para el corazón al ser una fuente rica en anticianinas. También son ricos en vitaminas C y E, que fortalecen el sistema inmunológico y evitan la oxidación de las grasas y las proteínas.
Y, por último, no hay que olvidar que buena parte de su composición es agua, así que son estupendos para que el organismo esté hidratado en verano.