¿Modelo de lencería a los 56 años? Sí, y es todo un éxito
Romper mitos y tabúes acerca de los iconos de moda, el envejecimiento y la utilización de ropa interior en el cuerpo de las mujeres. Esa es la premisa que ha seguido la firma de lencería Lonely Lingerie en su nueva campaña otoño/invierno 2017, queriendo dar cabida a todas las tallas posibles en el mayor número de siluetas femeninas. Y lo ha hecho contando con Mercy Brewer como imagen, una modelo de 56 años de edad, que ha prestado su figura a la marca neozelandesa.
Los motivos que han llevado a Lonely Lingerie a elegir a Mercy son, entre otros, su afable y positiva visión hacia el transcurrir de los años sobre el cuerpo de la mujer. Una circunstancia que la protagonista lleva con la mayor de la naturalidad, al mismo tiempo que no lo considera un hándicap para ser considerado un icono. Para Brewer, la industria de la moda evoluciona favorablemente hacia un escenario en el que las mujeres maduras tienen el protagonismo y la influencia que merecen.
Esta modelo tiene una larga trayectoria dentro del mundo del modelaje, donde se desenvuelve desde los años 80. De hecho, compartió escenarios con Kate Moss o Naomi Campbell. Una circunstancia que ella cuenta con humor es cuando rechazó al mismísimo Alexander McQueen, que la pidió para uno de sus shows. Mercy reconoce en diferentes entrevistas no tener ídolos concretos, pero sí que profesa una gran admiración por Greta Garbo o Sophia Loren.
La campaña de lencería se ha hecho viral. ¿Cuál ha sido su secreto? Quizás sea el alejamiento de la artificialidad, el acercamiento a la realidad de la misma y estar en el sitio adecuado en el momento preciso lo que le hace triunfar. Coincide con que hoy en día hay una tendencia a remarcar lo natural (maquillaje nude, belleza multiétnica…).
Para Mercy Brewer, las mujeres tienen que buscar la ropa interior que les haga sentir como “una segunda piel” y que les haga sonreír. Una muestra más de que los cánones de belleza en la industria de la moda parecen estar cambiando poco a poco.